El recinto de la Sagrada Familia de Barcelona dispone de un gran centro de datos prefabricado, que permite gestionar el flujo continuo de visitantes del templo diseñado por Antoni Gaudí y, al mismo tiempo, continuar con la compleja obra a buen ritmo, que debería completarse en 2026. El centro de datos cuenta con noventa servidores virtuales y unos 400 terabytes, aunque se encuentra al 40% de su potencial. Ha sido realizado por Schneider Electric, especialista francés en gestión energética y presente en cien países, con una importante sede en Barcelona.
El recinto del templo de la Sagrada Familia es relativamente reducido, ya que ocupa una manzana completa del Ensanche barcelonés de unos cien por cien metros. Pese a ello, acoge más de tres millones y medio de visitantes al año, siendo el monumento más visitado de España y uno de los diez primeros a nivel mundial. Las visitas turísticas, además, deben compatibilizarse con la obra de la basílica, puesto que aún falta por construir la fachada de la gloria, donde se encuentra la entrada principal, y seis torres sobre el crucero, una de ellas, la de Jesucristo, de 170 metros de altura. La nave está terminada desde 2010, cuando fue consagrad a por el papa Benedicto XVI.
En la obra trabajan más de sesenta arquitectos y destacados especialistas en numerosos campos, por la dificultad de la construcción y la interpretación de las ideas de Gaudí. La obra se financia en un 90% con las visitas y el 10% restante con la aportación desinteresada de personas e instituciones. El 70% de las entradas se compran on line, para evitar hacer colas. Todo ello, dice Fernando Villa, CIO de la Sagrada Familia, genera un masivo volumen de información que se debe gestionar adecuadamente para ser eficiente y extraer todo su valor.
Antes de 2013, el departamento de tecnologías de la información de la Sagrada Familia estaba orientado a la infraestructura, con poco valor añadido, pero en la segunda mitad de 2013 se creó un plan estratégico hasta 2016 para tener una infraestructura fiable y segura, mejorar la eficiencia de los procesos clave, ser un referente tecnológico, estandarizar el crecimiento y seleccionar los socios estratégicos que generaran el máximo de valor añadido con la gestión unificada de la información y las telecomunicaciones, añade Fernando Villa.
Un pilar básico de la estrategia era tener un potente centro de datos, que soportara la infraestructura actual y futura, la seguridad avanzada del recinto, el centro de reservas omnicanal y la digitalización del proceso constructivo. Ya se tiene una red inalámbrica de alta definición para las comunicaciones y un sistema de control de los visitantes en cada zona, para aprovechar al máximo y con comodidad el limitado espacio disponible. El objetivo para este año es que las comunicaciones estén unificadas, con sistemas de realidad virtual y realidad aumentada que permitan a los visitantes aprovechar más la visita. La prioridad es mejorar la experiencia del visitante y del proceso constructivo, con la ayuda del Big Data, añade Villa.
Por política interna, el centro de datos debía estar dentro del recinto y ser ampliable, en función de las necesidades futuras. Ahora está al 40% de capacidad, pero en pocos años deberá duplicarse la capacidad actual. El centro de datos se ha emplazado en la esquina suroeste del recinto, aunque es probable que tenga que desplazarse dos veces cuando avancen las obras del perímetro. Esto ha motivado que se instalara un centro de datos prefabricado, formado por dos contenedores iguales, de 7,6 metros de ancho, y con todo el suministro de aire acondicionado, redes eléctricas, de telecomunicaciones y de seguridad preinstalados.
El centro de datos de la Sagrada Familia, como solución rápidamente desplegable, es una de las tres principales aplicaciones, añade Michael Dallala, vicepresidente del negocio IT de Schneider Electric. Los contenedores estancos y robustos, para aplicaciones móviles gubernamentales o en economías emergentes, y las soluciones escalables de gran tamaño para proveedores de servicios son las otras dos. Las compañías petroleras y de minería suelen utilizar este tipo de soluciones para trabajar sobre el terreno.
Marc Faig, director de ingeniería de prefabricación de Schneider, considera que un centro de datos prefabricado como el de la Sagrada Familia permite mayor flexibilidad y escalabilidad, instalación más rápida y rendimiento totalmente predecible. Al utilizarse equipos y sistemas estandarizados y probados, desde el aire acondicionado hasta los armarios donde se alojan los servidores y dispositivos de memoria, el diseño y montaje es más sencillo, al tiempo que se puede trasladar sin dificultades.
El centro de datos de la Sagrada Familia tiene dos contenedores con diez racks o armarios para alojar los servidores, de cuatro kilovatios por rack, aunque se puede duplicar su potencia. Los equipos de aire acondicionado también se han diseñado para soportar este aumento de potencia y de calor generado. Cuenta con dos redes independientes de energía eléctrica, así como cables de telecomunicaciones redundantes. Se hace una copia de seguridad en el propio centro y una de respaldo de modo remoto para cubrir cualquier contingencia. Abertis es una de las compañías españolas que también ha instalado un centro similar al de la Sagrada Familia, porque necesitaba ampliar de manera urgente sus necesidades.
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