Un chip para la mente

Se han iniciado una pruebas que permitirán actuar a un ordenador con
sólo que el paciente piense en la orden que darle.

Máquinas que lean la mente humana

Durante años los visionarios han soñado con máquinas que pudieran leer

las mentes y que actuaran dependiendo de los pensamientos enviados.

Aunque no se ha llegado a esto, en breve se iniciarán unas pruebas en

Estados Unidos en las que se implantarán chips informáticos especiales

en trasplantes.

Cyberkinetics, con sede en Massachusetts, Estados

Unidos, ha recibido la aprobación por parte de las autoridades para

iniciar unas pruebas clínicas en las chips con un tamaño de cuatro

milímetros cuadrados serán colocados debajo del cráneo de pacientes

paralizados. Si tienen éxito, los chips podrían permitir a estos

pacientes enviar una orden a un ordenador simplemente con pensar en las

instrucciones que desea enviar.

Aunque es muy pequeño, se trata

del primer paso en la misión de mejorar la vida de las víctimas de

enfermedades o golpes que llevan a la parálisis cerebral. Actualmente,

muchas de estas personas pueden vivir gracias a las máquinas, pero su

calidad de vida es muy pobre.

“Un ordenador es la puerta para

todo aquello que estos pacientes podrían hacer, incluido motivas sus

propios músculos a través de una estimulación eléctrica”, afirma Tim

Surgenor, director ejecutivo de Cyberkinetics, una compañía que está

lejos de ser el único grupo que trabaja en este campo.

Neural

Signals es una compañía con sede en Atlanta ya ha llevado a cabo seis

implantes similares como parte de una prueba clínica y espera realizar

algunos más. Pero por ahora, estos dispositivos contienen unos

electrodos relativamente simples, y los expertos ya han afirmado que

Cyberkinetics será el primero en conseguir a largo plazo, que

dispositivos más sofisticados sean colocados dentro del cerebro de los

pacientes. La compañía espera lanzar un producto al mercado dentro de

tres a cinco años.

Hace años que diferentes grupos de

investigación se han centrado en unir el cerebro y la informática

En 1998 investigadores de Neural Signals señalaron que era posible que

un implante en el cerebro permitiera a las víctimas paralizadas por una

apoplejía mover un cursor que reprodujera frases como “Luego nos vemos o

Encantado de verte” en una pantalla. Un año después, otros científicos

consiguieron que electrodos colocados en el cerebro de dos pacientes les

permitieses deletrear mensajes en un monitor.

Los monos y el cursor

El Dr. John Donoghue, fundador de Cyberkinetics y neurocientífico de la

Brown University, llamó la atención después de publicar en 2002 una

investigación sobre monos en la revista Nature.

Esa investigación

se realizó sobre tres monos a los que se les implantó un chip que

grababa las señales del área del cerebro que controla el movimiento, y

que manipulaban un joystick con sus manos. Las señales recibidas fueron

posteriormente utilizadas para desarrollar un programa que permitía a

uno de los monos continuar moviendo el cursor de un ratón con su mente.

La idea en sí no era estimular la mente sino dibujar la actividad neural

con el objetivo de discernir cuándo la mente está comunicando un deseo

para hacer un movimiento físico particular.

Tim Surgenor afirma

que le pedirán a un paciente paralizado que imagine mover su mano seis

centímetros a la derecha y los investigadores intentarán identificar la

actividad cerebral asociada con ese deseo. Algún día, esta capacidad

podría incluirse dentro de un dispositivo como un brazo robotizado, que

ayudaría a los pacientes a actuar según sus deseos.

Según said

Dr. Jonathan Wolpaw, del State Department of Health de Nueva York, “no

es cierto que es estas tecnologías lean las mentes”. Adiestran a la

mente para reconocer nuevos patrones de causas y efectos, y los adaptan.

“Dejas a la mente tenga la oportunidad de desarrollar una nueva

actividad”.

De monos a humanos

Trasladar el experimento de los monos a los humano en un gran reto. El

Brian Gate de Cyberkinetics contiene agujas muy finas que penetran cerca

de un centímetro en el cerebro después de ser implantado, monitorizando

la actividad de un pequeño grupo de neuronas.

Las señales se

recogen a través de un cable que sale del cráneo, lo que ofrece algún

riesgo de infección, aunque la compañía ya está trabajando en una

versión inalámbrica.

Los investigadores, no obstante, señalan que

ahora es el momento de llevar a cabo experimentos con humanos, señalando

que los cirujanos ya están implantando dispositivos en las mentes

humanas, algunas veces profundamente, para tratar la sordera y la

enfermedad del Parkinson. Siempre hay un riesgo, señalan, pero hay que

considerar los beneficios.

Por otra parte, hay que señala que no

está muy claro que sea necesario implantar chips dentro del cerebro ya

que otras tecnologías que monitorizan su actividad desde fuera podrían

probarse como efectivas.