Un 66,3 % de las personas ya son internautas
Al menos 5.280 millones de personas usan internet alrededor del mundo. España destaca por cobertura de fibra y 5G.
La digitalización es un hecho. Empezó antes de la pandemia de coronavirus y se intensificó durante la crisis sanitaria, lo que lleva a una transformación notable de la sociedad.
En estos momentos, dos tercios (66,3 %) de la población mundial usa internet. Así lo desvela la Fundación Telefónica en el Informe de la Sociedad Digital 2023, que recoge las principales tendencias tecnológicas acaecidas a lo largo de 2022. Ahora hay 338 millones de internautas más que en 2021. La cifra total alcanzada el año pasado es de más de 5280 millones de personas.
La sociedad digital, por tanto, sigue dando pasos hacia adelante, aunque en la actualidad lo hace a menor ritmo que el que se llegó a registrar en los momentos álgidos de la COVID-19.
Hoy por hoy, la Unión Europa tiene la oportunidad de convertirse en una gran potencia tecnológica independiente. Las autoridades impulsan nuevas normas, como la Digital Markets Act y la Digital Services Act.
España ya es un ejemplo en conectividad. El nuestro es el séptimo país de la Unión más destacado dentro del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales de la Comisión Europea, solo por detrás de Finlandia, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Irlanda y Malta. Una temprana apuesta por la fibra óptica y al rápido despliegue del 5G respaldan su infraestructura.
La fibra cubre un 70,2 % del entorno comunitario, cifra que sube en España al 93,8 %. En este parámetro nuestro país sigue a Malta, Luxemburgo y Dinamarca. Y, mientras un 65,8 % de los hogares europeos disfrutan del 5G, en España el rango de cobertura es superior al 83 %.
Otras tecnologías que están avanzando son la Web3, como complemento al internet inmersivo y el metaverso, las aplicaciones de blockchain, la inteligencia artificial, como el popular ChatGPT, la Industria 4.0 y los drones. Algunos ejemplos de aplicaciones son NFT (token no fungible) y DeFi para soportar servicios financieros.
Según el Informe de la Sociedad Digital, los servicios de entretenimiento triunfan entre los españoles. Sobre todo se ha popularizado el consumo de contenidos audiovisuales: un 75,7 % de los internautas ha escuchado o descargado música desde servicios online en los últimos tres meses. También aumentan los usuarios que ven películas o series por streaming, con un porcentaje del 65,6 %.
El único servicio de ocio que está retrocediendo es el de los videojuegos. Los internautas que juegan o descargan títulos de gaming ha pasado del 37 % en 2020 al 35,4 % en 2022.
Un 73,7 % de los internautas accede a servicios bancarios online. Y la relación con la Administración pública por medios digitales es más intensa. Un 79,7 % de los ciudadanos de entre 16 y 74 años han usado páginas web o aplicaciones móviles de alguna Administración en 2022.
El comercio electrónico se mantiene como una de las grandes actividades digitales en España. Aquí un 55,3 % dela gente compró por internet en los últimos tres meses. Eso sí, ahora el gasto por usuario es menor y la frecuencia de uso se reduce. Los compradores online realizan adquisiciones menos de 3 veces al mes.
En el ámbito laboral también se ha recuperado cierta normalidad tras la época más dura de la pandemia. En 2021 un 17,6 % de las personas ocupadas teletrabajaba. En 2022 ese porcentaje se ha reducido hasta el 14 %.
La Fundación Telefónica identifica tres factores que pueden impulsar la digitalización en meses venideros: la innovación en la educación, el talento digital y un internet libre de ciberamenazas.
En este sentido, los centros escolares deberían introducir la programación informática en todos los niveles educativos y atraer a las mujeres hacia disciplinas técnicas. Las empresas reclamarán conocimientos tecnológicos en profesiones no digitales, así como habilidades blandas en profesionales tech como la comunicación, la capacidad organizativa y el pensamiento crítico.
Los expertos también animan a afrontar la disrupción desde una perspectiva antropocéntrica, que supone poner a las personas en el centro.