Un 45 % de los jefes españoles delegaría la toma de decisiones en la inteligencia artificial
El ingente volumen de datos en la actualidad entorpece el rendimiento empresarial y la calidad de vida, generando ansiedad, pérdida de oportunidades o gastos innecesarios.
El trabajo con los datos se está complicando. Muchas personas se sienten abrumadas o poco cualificadas para utilizarlos para tomar decisiones, lo que termina por minar su confianza.
Esta es una de las grandes conclusiones a las que llega el informe The Decision Dilemma, elaborado entre Oracle y Seth Stephens-Davidowitz, donde un 73 % de los españoles explica que, en tres años, el número de decisiones diarias que deber tomar se ha multiplicado por diez. Y, en el momento de tomar la decisión, un 85 % se ve bombardeado por datos de fuentes más distintas que nunca.
Este gran volumen de datos dificulta tanto el rendimiento empresarial como la calidad de vida. Al cabo del día, la mayoría de las personas no saben qué decisión tomar más de una vez. De hecho, un 65 % ha terminado por renunciar a tomar alguna decisión. Al final esto termina provocándoles ansiedad (43 %), pérdida de oportunidades (25 %) y gastos innecesarios (19 %).
Entre las altas esferas, un 84 % de los líderes empresariales españoles ha sufrido estrés por la toma de decisiones y ha lamentado alguna decisión tomada durante el último año o se ha sentido culpable. Al menos 7 de cada 10 jefes reconocen que la ingente cantidad de datos y su falta de confianza en ellos les han impedido tomar alguna decisión y un 88 % cree que el éxito de su organización se ha visto obstaculizado.
Algunos ya han decidido cambiar la forma en la que toman decisiones. Alrededor de 4 de cada 10 españoles sólo consultan fuentes en las que confía y una quinta parte se guía únicamente por su intuición.
Según un 70 % de los ejecutivos, la mayoría de los datos que están disponibles en la actualidad son útiles para los profesionales de TI o científicos de datos, pero no para ellos. Además, un 81 % afirma que las personas suelen tomar primero la decisión y luego buscan los datos para justificarla. Este sentir está respaldado por otros, como el hecho de que un 71 % de los empleados diga que las organizaciones dan prioridad con frecuencia a la opinión del cargo de más alta remuneración en vez de a los datos.
Así las cosas, un 40 % de los españoles (45 % si la pregunta se limita a los jefes) preferiría que una inteligencia artificial se hiciese cargo de la situación y tomase las decisiones en su lugar.