La peculiar situación que vive Bélgica en los últimos meses, con un gobierno interino encargado de sobrellevar el día a día, no es excusa para acelerar la apertura de la banda ancha del país a la competencia. Así lo entiende el organismo regulador belga, que acaba de ser respaldado por la Unión Europea.
La Comisión Europea ha emitido esta mañana un aviso a las autoridades belgas, conminándolas a impulsar la competencia en el mercado de la banda ancha, donde los consumidores continúan pagando precios muy altos. De no actuar en ese sentido, Bélgica podría afrontar una acción judicial por parte de la UE.
El regulador del mercado belga quiere forzar a la operadora líder del país, Belgacom, a dar un acceso justo a nuevos agentes del mercado en sus redes locales de modo que puedan proporcionar servicios de banda ancha. La Unión Europea examinará con detenimiento las medidas que se tomen en este sentido.
Viviane Reding, comisaria europea de telecomunicaciones citada por Reuters, informa en un comunicado que “la aplicación efectiva y la rápida de las medidas de regulación existentes es crucial para [proporcionar] unos servicios más competitivos y mejores”.
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