Uber podría vender su unidad de alquiler de vehículos en Estados Unidos
La compañía estudia varias opciones para su división, entre las que se encuentran reforzarla o reducir su presencia.
Los últimos tiempos han sido bastante agitados en Uber. La reforma de su política corporativa tras las denuncias de acoso sexual en el trabajo, la denuncia de Waymo de copiar su tecnología de conducción autónoma, la salida de su CEO y fundador, Travis Kalanick, y los movimientos que le seguían, hacen que la empresa de ridesharing no deje de acaparar titulares.
A esta serie de escándalos y vaivenes se le unía la pasada semana la noticia de que la división de la compañía en Singapur había alquilado coches defectuosos a varios conductores. Se trata de vehículos que habían comprado tras retirarlos Honda, la compañía fabricante, por un fallo en un componente eléctrico.
Ahora es la división de Xchange Leasing en Estados Unidos, como se conoce al negocio de alquiler de vehículos a conductores, la que está de actualidad. Uber está estudiando vender en su totalidad la unidad de Xchange Leasing, según informa la agencia Reuters citando a una fuente cercana a las operaciones.
Al parecer, la compañía, el mayor unicornio en valoración de mercado, está evaluando distintas opciones. Entre ellas estaría la de vender, y varios potenciales compradores habrían manifestado ya su interés en el negocio, que cuenta con cerca de 40.000 vehículos y 14 instalaciones en el país.
No es la única posibilidad que se maneja. Uber estudia también un movimiento en el sentido contrario, estableciendo acuerdos con un socio o socios, con lo que se podría reforzar la división.
También se está evaluando si reducir la presencia a un número menor de ciudades, lo que conllevaría una serie de despidos entre los trabajadores de estas bases y del negocio en general. El diario The Wall Street Journal cifra en 500 las bajas que supondría esta opción.
La división Xchange Leasing se creaba hace dos años, con la finalidad de proporcionar vehículos a los conductores que no podrían acceder a ellos de otra manera. Aunque en un principio se estimaban 500 dólares por coche de pérdidas de media, estas podrían haber aumentado hasta los 9.000 dólares, razón que obligaría a un replanteamiento del modelo.