Uber, investigado por el FBI por su programa “Hell”
El máximo responsable de legalidad de la compañía ha renunciado la pasada semana.
La elección de un nuevo CEO en Uber, Dara Khosrowshahi, no ha puesto fin a todos sus problemas de forma automática, como es lógico, y la compañía todavía arrastra las consecuencias de un modelo de negocio basado en dudosas prácticas.
Una de estas se conocía en abril: el programa Hell, un software que la startup empleaba para hacerse con información clave de los conductores de una de sus firmas rivales, Lyft. Al identificar a los que trabajaban para las dos firmas de ride-hailing, Uber les ofrecía determinados incentivos económicos para que dejasen a su rival y se comprometiesen por completo con ellos.
Lejos de olvidarse con el tiempo, el tema parece haber cobrado fuerza en las últimas semanas. El FBI está investigando a Uber por el uso de este programa en Nueva York, como han revelado fuentes cercanas al tema a la agencia Bloomberg. La compañía habría empleado el software entre los años 2014 a 2016.
Uber tiene abiertos otros dos frentes legales. Por un lado, el empleo de otro programa, este llamado Greyball, que la empresa utilizaba para confundir a las autoridades sobre sus prácticas, para por ejemplo operar en zonas donde estaba vetada. Además, se sospecha que puede haber incurrido en violaciones de la ley que prohíbe el pago de sobornos a oficiales extranjeros.
Uber, que pese a sus vaivenes no ha perdido su estatus como el mayor unicornio, con una valoración estimada de 68.000 millones de dólares, sigue sufriendo sin embargo salidas en su equipo de responsables. La última ha sido, precisamente, la del encargado de hacer que la compañía siga la legalidad. Joseph Spiegler habría dejado su cargo la pasada semana, después de año y medio en la empresa.
La compañía estaría buscando un reemplazo que reporte directamente al nuevo CEO, Dara Khosrowshahi.