Con este último caso que se ha conocido serían ya hasta 25 los conductores que cuentan con antecedentes criminales sólo en las áreas de San Francisco y Los Ángeles. En concreto se trata de historiales delictivos por condenas relacionadas con asesinato, robo con asalto o abuso infantil y se trataría de individuos que habrían logrado eludir los controles que a tal efecto habría establecido Uber.
Se puede argumentar que la retribución para con la sociedad ya habría quedado saldada con el cumplimiento de la pena por parte de estos exconvictos pero por un lado se trata de individuos relacionados con la comisión de graves delitos y especialmente queda patente que han ocultado su identidad para evitar los posibles controles sobre su historial delictivo al falsear su identidad.
En uno de los supuestos el individuo que ha solicitado su inscripción como conductor de Uber había pasado 26 años en prisión condenado por asesinato habiendo sido puesto en libertad condicional en 2008. Se dio de alta con Uber en 2014 y en su favor habría también que destacar que ha efectuado nada menos que 1.168 trayectos sin que conste incidente alguno. La cuestión es peliaguda puesto que gravita sobre el derecho a la reinserción social y laboral de quien ya habría cumplido sus obligaciones para con la Justicia pero se ve obligado a mentir sobre su propia identidad para poder encontrar un trabajo. Otro de los casos que habrían podido pasar el procedimiento de control de Uber al haber facilitado el conductor una identidad falsa tiene que ver con un exconvicto de abusos a menores de 14 años que ha trabajado para Uber (sin que por el momento conste incidente alguno en su contra) con un total de 5.697 trayectos en su haber, algunos de ellos teniendo como pasajeros a menores no acompañados.
Al menos en otro caso más el conductor en cuestión tendría antecedentes por secuestro a punta de pistola con la intención de pedir rescate, pero la gran mayoría de los involucrados presentan antecedentes por delitos menores y de índole no violenta.
Mientras tanto el fiscal del distrito de San Francisco ha manifestado en una rueda de prensa que una gran mayoría de la información que Uber facilita a sus clientes es falsa y busca confundir y tanto en dicha ciudad como en la vecina Los Angeles se han presentado demandas contra Uber por esta cuestión, a la vez que desde el ayuntamiento de la ciudad de la bahía se insiste en pedir a Uber que mejore su sistema de control sobre los antecedentes de sus conductores a base de un sistema de reconocimiento de identidad por huella dactilar, Livescan, a lo que Uber se niega alegando que dicho sistema puede dar lugar a errores puesto que también recoge la identidad de individuos a quienes se acusa de determinados delitos pero que posteriormente no son condenados.
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