Desde mediados del año pasado, la red social Twitter ha terminado suspendiendo 125.000 cuentas de usuarios, conectadas de alguna manera con el terrorismo, y mayoritariamente con el Estado Islámico.
Recordemos que varios países y gobiernos están exigiendo a Twitter y otras redes sociales que les informen de la actividad de sus usuarios y controlar en cierta forma sus contenidos a través de sus leyes para fomentar la censura.
Pero además de esto, la mayoría de países amenazan a Twitter con obligar a que tengan que avisar cuando detecten actividad terrorista, algo que podría escalar poco a poco en un control masivo de contenidos por parte de gran cantidad de países, con la excusa de mantener la seguridad nacional.
Ante esta situación, Twitter ha decidido adelantarse y suspender las cuentas de multitud de usuarios, algo que hacen cuando otros usuarios denuncian estas cuentas, aumentando la monitorización para reducir el tiempo que tardan en hacer los bloqueos efectivos.
Con esta estrategia, Twitter espera reducir el uso de su red para fines ilícitos, de forma que se aminore la presión por parte de los gobiernos de tener que controlar un posible foco de comunicación y propaganda terrorista.
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