No parece que vayamos a terminar escribiendo (y leyendo) tuits de 1.000 caracteres (por el momento) pero en Twitter están valorando permitir un pequeño margen para ampliar la extensión de los tuits. Y se trataría inicialmente de fórmulas tan sencillas y que no desvirtuarían demasiado la esencia de esta dinámica red social como permitir que determinados contenidos no resten caracteres.
Así podríamos seguir disponiendo de 140 caracteres para comunicar un mensaje sin que esa cifra disminuyera por los enlaces incluidos en el tuit o las menciones a otros usuarios de la red social del pajarito azul. También podría descartarse los 23 caracteres que puede restar la inclusión de un enlace a una página web, algo que sin duda muchos agradecerían.
Otra fórmula, inspirada en la adición de vídeos o imágenes a los tuits, permitiría añadir textos algo más extensos que se “abrirían” al pulsar sobre ellos, algo que algunos usuarios han solucionado redactando textos más amplios en un editor, capturando la pantalla y agregándola como imagen.
La limitación de los 140 caracteres proviene de la época de los mensajes SMS y evidentemente ha quedado más que superada, pero en un tiempo en que los filtros de Instagram son una forma de mantener viva la llama de la estética retro no deja de tener su parte curiosa el que sigamos atentos a la evolución de una red social que limita la extensión de los contenidos a difundir, en plena era de las conexiones 4G capaces de permitirnos trasegar gigas de información entre los interminables fondos de nuestras Nubes de procelosa capacidad de almacenamiento.
De fondo está uno de los núcleos de atención actuales en redes sociales y proveedores de contenido: retener al internauta el máximo tiempo posible en el ecosistema. Ofreciendo la posibilidad de acceder a contenidos más extensos se prolonga la permanencia de quien consulta los tuits ajenos. Es más tiempo que se contabiliza de navegación y hay más oportunidades para ofrecer publicidad, contenidos promocionados y demás fórmulas de obtener beneficios con el usuario.
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