La necesidad de las redes sociales de reinventarse continuamente en un mercado muy cambiante a veces juega en su contra. La noticia avanzada en Buzzfeed el viernes pasado, que apuntaba a que Twitter cambiaría su interfaz web para presentar los tuits en una línea de tiempo, en lugar del actual orden cronológico inverso, ha despertado la reacción furibunda de miles de tuiteros, hasta el punto de que el propio CEO de la empresa, Jack Dorsey, ha tenido que salir al quite.
“Quiero que todos sepan que siempre estamos escuchando”, escribió el sábado Dorsey, quien también afirma que el servicio de microblogging “nunca planificó reordenar las líneas de tiempo para la próxima semana”.
El nuevo sistema, similar a la forma de Facebook de organizar los mensajes sobre líneas de tiempo, muestra los tuits en formato pop-up: cada vez que hacemos clic en un tuit de la línea de tiempo, este se abre en una ventana emergente.
Es sólo un simple cambio, efectuado para mejorar el seguimiento de las conversaciones, pero ha tenido un efecto irritante para los usuarios de la versión web de Twitter, que a juzgar por las numerosas manifestaciones de descontento de los últimos cuatro días, prefieren el formato deslizable, actualizado en tiempo real, de toda la vida.
Los usuarios se quejan de que el nuevo sistema de pop-ups les desorienta cuando intentan leer tuits en su contexto. Algunos, que muestran su disgusto con el hashtag #RIPTwitter, van más allá y aseguran que la intención de la compañía es “convertir Twitter en Facebook 2.0“, lo que desvirtuaría la esencia de la plataforma.
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