TV digital en Latinoamérica, el futuro
Luis Valle, Director del Posgrado en TV Digital de la Universidad de Palermo (Argentina), analiza los distintos frentes existentes en la guerra de estándares de la Televisión Digital que se está librando en Latinoamérica.
En lo que hace a la versión Terrestre, Abierta y Gratuita de la TV Digital, tres países latinoamericanos han decidido ya el estándar a utilizar. Méjico en 2004 (ATSC), Brasil en 2006 (ISDB-T con modificaciones), y Uruguay en 2.007 (DVB-T/H). Como vemos, cada uno de ellos ha elegido un estándar diferente. Además Méjico y Brasil ya tienen servicios comerciales funcionando. Una primera conclusión es que se ha perdido la posibilidad de unificar criterios en Latinoamérica para elegir el mismo estándar en todos los países de modo de aprovechar los beneficios de la economía de escala en el despliegue de la redes. Ni siquiera hubo concordancia entre Brasil y Uruguay, ambos integrantes del Mercosur. La decisión de Méjico es entendible por su estrecha relación comercial con EEUU y Canadá, en el NAFTA (North American Free Trade Agreement). Brasil logró, en mi opinión, una alianza muy conveniente con Japón, la segunda potencia económica mundial, que le permite desarrollar el agregado de la compresión MPEG 4 y un sistema middleware propio, al que denomina GINGA. Uruguay declara haber elegido el estándar europeo porque le permite unirse a un grupo de países muy diversos en tamaño y desarrollo, que integran el DVB Project, donde cree que podrá hacer aportes valiosos en desarrollo de software de aplicaciones. Argentina había elegido tempranamente, hace 10 años, el estándar ATSC, realizó pruebas pero no avanzó en la implementación comercial y hace dos años creó una comisión para re-evaluar nuevamente los sistemas posibles. Dicha comisión aún no se ha expedido. Chile y Perú estarían cerca de tomar una decisión. Venezuela, Colombia, Ecuador, Paraguay y Bolivia están más retrasados. Claro que estamos hablando de la versión de TV Digital Terrestre Abierta y Gratuita, o sea aquella que se considera un servicio de interés público.
En Argentina ya existe un sistema de TV Digital Terrestre por suscripción, que utiliza el estándar DVB-T, que funciona desde 2006 en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, con gran éxito de clientes. En Uruguay funciona un servicio similar, también con el estándar DVB-T, desde hace un par de años. En Argentina el servicio de cable tiene una enorme penetración, más del 50% de los hogares están suscriptos. Los usuarios son los segmentos de la población que tienen el mayor poder adquisitivo. El cable ya implementó servicios de TV Digital. La lentitud en la decisión y en la implementación de la TV Digital Abierta y Gratuita radica en que debe ser el Estado en cada país el que la impulse. La porción de la población que depende de la TV gratuita es la de menor poder adquisitivo, y por lo tanto de poco interés para los anunciantes que son quienes en definitiva financian el servicio. Por lo tanto debe ser el Estado quien subvencione la TV Digital Abierta en pos de la inclusión social. La situación es comparable a lo que ocurre con el Servicio Universal en Telecomunicaciones, también destinado a los segmentos de menor poder adquisitivo. A pesar que el marco regulatorio argentino prevé su implementación desde el 2000, aún no se ha implementado. Creo que el gran problema en Latinoamérica es que los gobiernos aún no han tomado conciencia de la importancia de contar con medios de comunicación electrónica actualizados, que permitan mantener a la población conectada con el mundo desarrollado, y también a las distintas zonas de cada país interconectadas entre sí. Esto es de fundamental importancia en países extensos, como Argentina, Méjico y Brasil. Creo que Brasil es el país que más conciencia tomó de la importancia de contar con un sistema de cobertura nacional de TV Digital Abierta y Gratuita lo antes posible. Ya en el decreto del 2003 en que se lanzó el Sistema Brasilero de TV Digital (SBTVD), cuando aún no había elegido el estándar, se expresaba que los objetivos principales a satisfacer serían la inclusión social y construir un sistema de educación a distancia de alcance universal. Muchas veces se argumenta que la población de los países latinoamericanos tiene muchas necesidades básicas insatisfechas, y que los gobiernos no pueden darse el lujo de dedicarse a cuestiones superfluas o suntuarias como la TV Digital. Pero se olvidan que las posibilidades de la TV Digital van más allá de brindar imágenes de Alta Definición. La multiplicación de señales de Definición Estándar y el desarrollo de servicios interactivos que permite la TV Digital tenderán a eliminar parte de las necesidades básicas insatisfechas. Poder llegar con Educación a segmentos que ahora no son alcanzados, impedirá que en el futuro la población con necesidades básicas insatisfechas sea mayor a la actual.Creo que otro camino para impulsar la masificación de la TV Digital Terrestre en Latinoamérica sería que la propia población intente copiar el modelo de las PBS (Public Broadcasting Stations) de EEUU. En Argentina, por ejemplo, ya existen desde hace tiempo cientos de cooperativas telefónicas, que surgieron como respuesta de los propios pobladores que se organizaron para proveerse servicios que el Estado no brindaba eficientemente.