Es realmente sencillo, lo único que tienes que hacer es hablar con tu banco y ver si tienen disponibles ya las tarjetas NFC en pequeño formato, o bien recortar una para que ocupe poco.
Luego basta con quitarle a tu iPhone la tapa de atrás, ya sé que puede dar cosica pero es fácil, y así acceder a la zona donde está la batería. Sobre ella pondremos la tarjeta y listo, son lo suficientemente delgadas para que puedas volver a cerrar tu iPhone y funcione sin problemas.
En la foto de arriba podéis ver en la posición que quedaría y tranquilos que no se va a recalentar ni explotar en vuestra cara o pantalones. Con este sencillo tuneo tendréis la posibilidad de pagos NFC, vale, no de una forma tan chula como si tuviera un chip integrado, pero tampoco está nada mal. [Unplgged]
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