Tuenti ya no es solo una red social. La firma española se ha reinventado también como primera OMV de carácter social. En este nuevo horizonte como operadora tiene todo el sentido que la empresa intente absorber todo lo que pueda de la dilatada experiencia de su propietaria, Telefónica. Si muchas empresas deciden emanciparse para mostrar su madurez, la decisión más lógica para la compañía dirigida por Zaryn Dentzel en su nuevo ciclo vital era irse a vivir al hogar paterno.
Tuenti ha abandonado sus dos sedes madrileñas, ubicadas en la plaza de las Cortes y en Alcalá 21 para ocupar un único espacio en Gran Vía 28. La mudanza supone también que todo el equipo de la red social y OMV (250 personas en la capital, en su mayoría ingenieros) trabajará codo a codo en las mismas instalaciones.
Son 3.000 metros cuadrados destinados a la innovación y al talento con “áreas diseñadas para fomentar un ambiente de trabajo fresco y creativo, con espacios abiertos, sin despachos y con muchas zonas de trabajo en común”, explican desde la antaño startup española.
Las nuevas oficinas de Tuenti cuentan con 21 salas de reuniones, nombradas con algunos de los mayores innovadores de la historia, como Copérnico, Bell o el propio Steve Jobs. La denominación de cada espacio ha corrido a cargo de los propios empleados.
La recién estrenada sede también incorpora un comedor, zona de juegos y una gran terraza, como se puede apreciar en la siguiente fotogalería.
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