El fabricante de chips más grande del mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC) ha dado una buena noticia poco frecuente en estos tiempos de recesión económica y despidos masivos. La compañía quiere poner todos sus esfuerzos en su departamento de I+D, para lo cual pretende incorporar un 30% de empleados más a dicha división, que ya cuenta con una plantilla de 1.200 personas.
“No ha habido una desaceleración en nuestros esfuerzos de investigación a pesar de la crisis económica y vamos a seguir impulsando ese frente”, señaló Jason Chen, vicepresidente del área de ventas mundiales y marketing de la enseña asiática.
TSMC pretende además realizar un 15% de las nuevas incorporaciones antes de que concluya 2009, con el objetivo de dar cobertura a la ampliación de sus actividades más allá de su negocio de fabricación de semiconductores. Para este fin la taiwanesa se ha marcado una meta de ingresos de 2.000 millones de dólares (1.437 millones de euros) en 2018, según informaciones de Reuters.
La firma ha sido la única de las cuatro mejores fundiciones de chips del mundo que ha registrado beneficios en su Q1, mientras algunos de sus rivales directos como UMC, Chartered Semiconductor y SMIC se encontraban en rojo.
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