Trump intenta ganarse a Silicon Valley
Donald Trump se ha reunido este miércoles con los grandes directivos de compañías como IBM, Tesla, Uber o Facebook.
El actual presidente electo intenta reducir la tensión acumulada durante la campaña electoral y acercarse a sectores que no le fueron muy favorables durante su camino a la presidencia. Uno de ellos es la industria tecnológica, gran pilar de la economía estadounidense. La mayoría de las empresas de esta industria apoyaron durante las campaña electoral a su rival Hillary Clinton.
Incluso, el pasado mes de julio, más de 140 directivos y fundadores de empresas tecnológicas firmaron una carta abierta a Trump, en la que defendían la llegada de talento y se mostraban preocupados por las declaraciones del magnate en las que reconocía su intención de “apagar” determinadas zonas de internet como estrategia contra el terrorismo.
La reunión se ha realizado este miércoles en la Torre Trump en Nueva York y han asistido entre otros: Ginni Rometty, CEO de IBM; Elon Musk, CEO de Tesla; Travis Kalanick, CEO de Uber; Sheryl Sandberg, de Facebook y el cofundador de PayPal, Peter Thiel.
Este último ha sido una de las pocas figuras tecnológicas que no le ha dado la espalda durante las elecciones, de hecho, apoyó su campaña incluso económicamente y forma parte de su equipo de transición. Thiel se identifica con Trump porque cree que ambos son constructores. “Construyo empresas y apoyo a la gente que está construyendo cosas nuevas, desde redes sociales hasta cohetes espaciales. No soy un político, pero tampoco lo es Donald Trump. Él es un constructor. Y es tiempo de reconstruir América”, afirmaba hace unos meses.
Una de las ausencias a esta reunión que más polémica ha suscitado ha sido la red social Twitter, muy usada por Trump durante la campaña electoral. Varios medios estadounidenses aseguran que puede ser una venganza por negarse durante la campaña a publicar una versión emoji del hashtag #CrookedHillary (Hillary corrupta). Sin embargo, desde la organización Trump aseguran que la ausencia de esta compañía se debe a que no es lo suficientemente grande.
Los temas que se trataron
En el discurso inicial Trump prometió terminar con algunas barreras comerciales para facilitar a los asistentes los procesos para desarrollar sus negocios.
Aunque la reunión se presentó con el tema principal de la innovación, sobre la mesa había otros muchos asuntos que preocupan al sector y han sido el centro de muchos debates durante la elecciones.
Uno de ellos ha sido el rechazo del partido republicano hacía la actual la ley migratoria. Especialmente Trump, que aseguró durante la campaña que las “visas” que permiten a las empresas contratar extranjeros son una amenaza para el trabajo de las minorías americanas y las mujeres. Silicon Valey, por el contrario, defiende esta ley asegurando que más de la mitad de las startups estadounidenses han sido fundadas por inmigrantes.
Otro tema candente es la intención del magnate de aumentar la fabricación nacional. La semana pasada anunció su intención de incrementar los impuestos a aquellas compañías que produzcan sus productos fuera de las fronteras estadounidenses, la tasa sería de un 35%.
A pesar de las tensiones durante la campaña, ayer también se anunció que un amplio grupo de 19 CEO de la industria estadounidense asesorarán a la presidente electo en temas empresariales. Entre ellos lo directivos de IBM, Tesla, Uber y Facebook.
Aunque aún es pronto para averiguar si los grandes líderes tecnológicos de EEUU van a tener mejor o peor relación con el próximo inquilino de la Casa Blanca que la que tuvieron con el que en unas semanas tendrá que desocuparla.
La relación con Obama
Las visitas de Obama a Silicon Valley fueron frecuentes, tanto para escuchar sugerencias sobre política empresarial, como para recaudar fondos para el partido demócrata. Sin embargo, gran parte de los gigante tecnológicos no se mostraron muy satisfechos con las medidas presentadas por el gobierno, como por ejemplo la reforma migratoria, que fue insuficiente para conceder los visados a muchos empleados de las grandes firmas que teletrabajan desde el extranjero.
También tuvo que mediar Obama entre el FBI y Apple por los nuevos modelos de Iphone que permiten más privacidad al usuario, pero impiden a la autoridades el acceso a datos relevantes en investigaciones.