Donald Trump tiene un plan muy claro para las compañías tecnológicas americanas. El precandidato por el Partido Republicano se ha comprometido a obligarlas a fabricar sus productos en suelo estadounidense si finalmente se acaba convirtiendo en presidente de EE.UU durante las próximas elecciones.
“El libre comercio es bueno. Pero tenemos que hacerlo nosotros. O tendremos un país abandonado”, ha señalado el millonario durante un discurso pronunciado en la Liberty University de Virginia.
En concreto Trump ha hablado de uno de sus mayores representantes más conocidos a nivel mundial: Apple. El republicano, que nos tiene acostumbrados últimamente a declaraciones bastante polémicas y racistas, continúa en su línea. Trump, quien propone fuertes aranceles para las mercancías que vengan de países como China, no ve con buenos ojos que la firma de Cupertino tenga la mayor parte de su producción fuera de las fronteras americanas, según se hace eco Cnet.
“Vamos a conseguir que Apple construya sus malditos equipos y cosas en este país y no en otros países”, ha asegurado.
Es de sobra conocido que Apple deja la fabricación de sus dispositivos móviles en manos de Foxconn. Solo hay que echar mano a la parte trasera de un iPhone o iPad y leer la leyenda “Diseñado por Apple en California. Ensamblado en China”. La compañía de Tim Cook solo produce su Mac Pro en EE.UU, concretamente en Austin (Texas).
Para dejar claro que Apple contribuye mucho a la economía del país, ésta se ha comprometido a generar 1,9 millones de empleos en EE.UU desde finales de 2015 y asegura que 31 de los 50 estados proporcionan piezas, materiales o equipos para sus productos.
Esta idea no es nueva para Trump. Lleva defendiéndola desde hace unos años. En 2012, mientras promocionaba su libro ‘Crippled America’ el republicano ya comentó que lamentaba la presencia de la empresa de la manzana en China. “Tenemos que traer a Apple y otras compañías como Apple de vuelta a los EE.UU. Debemos hacerlo. Y ese es uno de mis sueños reales para el país, que regresen. Tenemos una gran capacidad en este país”, señalaba el magnate.
Trump ha declarado en alguna ocasión poseer gadgets de la compañía, aunque también ha asegurado que los ha vendido cuando el fabricante hacía algo que le decepcionaba. El millonario troleó a Apple durante dos años para que la empresa de la manzana hiciera iPhones con la pantalla más grande y se atribuyó el mérito cuando la compañía lanzó el iPhone 6 y 6 Plus. El republicano también ha comentado en alguna ocasión que echaba de menos a Steve Jobs y que no le gustaba demasiado cómo hacía las cosas Tim Cook.
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