Trasteando con el iPod video 60 GBytes [veredicto: imprescindible]
Entre nosotros, yo esto de la música me lo tomo muy en serio: no puedo vivir sin mi música (38,32 GBytes), con todas las etiquetas perfectas (incluyendo las carátulas), y mis listas de reproducción. Por eso iTunes y el iPod es vital para mí y, al parecer, para la mayoría de la gente. El iPod sigue arrasando en las listas de éxitos de crítica y público, y en esta nueva versión no defrauda. Al contrario, sorprende. Para empezar con su características físicas, con un diseño extremadamente cuidado (por fin disponible en color negro), como siempre, pero sobre todo por lo fino y ligero que es.
clear=”all”>La versión de 30 GBytes sólo mide 1,1 centímetros de grosor y pesa 136 gramos, mientras que la de 60 GBytes, que he podido probar durante más de un mes, es incluso un pelín más fina que el anterior modelo de 20 GBytes: sólo 1,4 centímetros. Excelente también es la pantalla, con buen tamaño, una calidad perfecta, brillo excepcional, colores bien saturados y una gran densidad de puntos que hace que los menús, fotografías y vídeo tenga una nitidez cristalina. Un cambio positivo ha sido la nueva rueda, directamente traída del iPod nano, más pequeña, y que responde aún mejor que la versión anterior. Ha cambiado de sitio el conector de los auriculares, perdiendo el puerto de control remoto (con lo que algunos de los accesorios antiguos no funcionarán).
clear=”all”>A nivel funcional, la característica a resaltar es obviamente el vídeo: soporta el estándar MPEG-4 H.264. La fluidez, impecable, a 30 fotogramas por segundo, sin un fallo en todo lo que he probado. Y la salida a vídeo compuesto, funciona a la perfección. Impresionante también, por su sencillez y transparencia, es el soporte a los podcasts y videocasts en iTunes, y su integración con el nuevo iPod. En definitiva, y para mí sin lugar a dudas, es el mejor reproductor multimedia del mercado en estos momentos.