“Se trata de un gesto simbólico más que otra cosa”, ha dicho la fuente que recoge Reuters, “es muy difícil propulsar un coche con energía solar”, pero sin duda responde a una demanda del mercado, cada vez más concienciado por la protección del medio ambiente.
Los paneles, suministrados por Kyocera Corp, se colocarán sobre los vehículos para alimentar el circuito eléctrico del aire acondicionado, en algunos modelos de Prius que saldrán al mercado el año próximo.
No es la primera vez que una compañía intenta desarrollar soluciones de este tipo. A principios de los 90, Mazda Motor incluyó paneles solares en algunos modelos del Eunos 800 y Sentia, para ventilar el coche en los días calurosos, pero se comprobó que además de ser una opción muy cara no tuvo aceptación en el mercado.
Los fabricantes de coches están intentando buscar alternativas al petróleo que, además de ser ‘verdes’, tengan como reclamo un ahorro del gasto a largo plazo. A pesar de esta llamativa solución de Toyota, la energía solar no parce una solución viable para los vehículos. Los paneles son muy caros de fabricar y su producción conlleva parejo un gasto energético que en la mayoría de ocasiones supera a la energía que será capaz de producir en todo su ciclo de vida.
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