Toshiba ha elevado su pronóstico de beneficios para el primer semestre del año un 36%, a 95.000 millones de yenes (906 millones de dólares), gracias al crecimiento de sus unidades de disco duro y chips de memoria, así como a los resultados que han dado sus medidas de reducción de costes.
El fabricante ha recortado miles de puestos de trabajo, se ha desprendido de unidades de negocio no rentables y trata de recuperarse del escándalo contable que ha tumbado a la compañía en los mercados.
Tras el anuncio, las acciones de Toshiba han aumentado un 1,4% en la Bolsa de Tokio, rompiendo con las caídas.
El fabricante japonés también ha revisado ligeramente al alza la facturación, aumentándola hasta 2.580 billones de yenes frente a 2.550 billones previstos inicialmente. Los analistas proyectaban un beneficio medio operativo de aproximadamente 62.000 millones de yenes sobre unas ventas de 2.570 millones de yenes, de acuerdo con Bloomberg.
En cuanto a los ingresos netos, estos han ascendido a 115.000 millones de yenes frente a la predicción anterior de 85.000 millones.
Se trata de la segunda actualización del pronóstico de ganancias del fabricante japonés desde agosto, cuando reportó su primer beneficio operativo en seis trimestres. Toshiba, que fabrica desde ordenadores hasta equipos de energía nuclear, aumentó su pronóstico previamente a finales de septiembre.
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