Después de eso, te preguntarías probablemente qué es y cómo funciona. El qué es fácil. Es una herramienta de retirada de derechos bajo el aspecto de una infección DRM, amorosamente introducida por Intel, para empezar.
Sólo te permite utilizar dispositivos que la mafia de los contenidos considere seguros, además de los que hayan pagado por ello. No hay beneficio para el usuario, sólo dolor y pérdida, pero por suerte pagas extra por ello: el hardware para encriptar y desencriptar emisiones de vídeo de banda ancha cuesta un buen pellizco.
La parte del cómo es un poco más delicada, pero por fortuna hay un artículo excelente en Atomic MPC. No tiene la profundidad de un white paper, pero es un buen lugar para iniciarse en la maldad de la infección DRM. Os espera un poco de educación allí.
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