Todas las organizaciones sufrirán algún incidente no previsto en 2016
Akamai cree que el año que viene se incrementarán las extorsiones DDoS a dueños de webs y la vulnerabilidad del Internet de las Cosas.
Con el 2015 ya a punto de finalizar, se acumulan los análisis sobre qué ha dado de sí este año y qué es lo que podría ocurrir en 2016 en materia de tecnología.
Por ejemplo, ya hay interrogantes despejados sobre el futuro de la seguridad. Si hacemos caso a Akamai, el próximo curso estará marcado por una serie de tendencias concretas en seguridad que seguirán prolongando su existencia más allá de la actualidad.
Una de ellas es la extorsión DDoS a compañías o, lo que es lo mismo, la petición de pagos a cambio de no perjudicar a sus servicios online.
También se espera notar la influencia de la actividad de los gobiernos en diferentes países alrededor del mundo sobre Internet y la seguridad, con nuevas leyes y consecuencias de control.
En cuanto al fenómeno del Internet de las Cosas, se apuesta por un incremento de los problemas de protección tanto por la parte del hardware, ahora que se está viviendo el auge de los dispositivos y los juguetes conectados, como desde el punto de vista de los servicios.
Akamai, a través de su Senior Security Advocate Martin McKeay, explica que todos estos recursos no habían prestado especial atención a la seguridad hasta el momento, algo que podría haber ayudado a la contención. Y eso debería dejarse notar.
Ya a nivel general, 2016 no será el año en el que la seguridad dé un gran paso hacia adelante entregando soluciones completamente blindadas, sin posibilidad de vulneración. De hecho, a medida que haya innovaciones en seguridad también se experimentará un perfeccionamiento de las campañas de ciberdelincuencia.
Por último, si las cábalas de Akamai están en lo cierto, todas las organizaciones serán víctimas, como mínimo, de un incidente que a día de hoy todavía no se ha podido prever. El único remedio parece ser pensar a lo grande e intentar acaparar distintos escenarios.