El artilugio, una especie de casco que se pone sobre las sienes o la patilla de las gafas, permite ordenarle a un aparato electrónico ejecutar acciones sencillas como “leer, parar, adelante o atrás”, apretando los dientes de la izquierda, de la derecha o con otros movimientos de la mandíbula.
Para que el dispositivo comprenda la orden, el movimiento de la mandíbula debe tener casi un segundo de duración. Así, el dispositivo es capaz de distinguir las órdenes de los movimientos mediante un grupo de sensores de tipo infrarrojo convirtiendo esta señal en una orden eléctrica.
Entre las aplicaciones del artilugio sus creadores destacan la posibilidad de manejar un reproductor de música o teléfono móvil teniendo las manos libres o, en caso de personas minusválidas, la de poder controlar su silla de ruedas con la mandíbula. µ
vINQulos
ABC
Su alianza busca mejorar la rentabilidad y la seguridad e incluye una expansión por Norteamérica.
Ahora esta compañía, que ofrece soluciones de trabajo híbrido impulsadas por inteligencia artificial, será conocida…
Ya hay tres supercomputadores en el mundo que superan la barrera del Exaflop/s, todos ellos…
Un estudio de Proofpoint sobre las cincuenta mayores tiendas online descubre que menos de la…
Se centrarán en áreas como los electrodomésticos, las soluciones de hogar inteligente y la movilidad…
Este hub se centra en la transformación digital, la ciberseguridad y la inteligencia artificial y…