Therese Jamaa (Huawei): “Nuestro país necesita el talento femenino para crear, por fin, una España totalmente digital”
La vicepresidenta de Huawei Technologies España considera que el mayor impulso para cerrar la brecha de género ha de venir a través de una educación inclusiva y basada en la diversidad.
“¡No hay carreras o estudios exclusivos para chicas o para chicos!”. Ésta declaración de principios es el hilo conductor de nuestra entrevista con Therese Jamaa, vicepresidenta de Huawei Technologies España, en una nueva entrega de la serie ‘Women in Tech’. Tiene muy claro que nuestros esfuerzos se deben centrar en atraer a las mujeres al ámbito STEM desde la infancia, desterrando todos los estereotipos de género.
Vicepresidenta de la compañía desde enero de este año, tiene una dilatada experiencia en el sector de las telecomunicaciones, tanto en el ámbito corporativo como en ventas, negocio o RSC. Antes de asumir su actual cargo fue general manager de GSMA, directora de Desarrollo de Negocio de Qualcomm, directora de Ventas y de Desarrollo de Negocio de Vodafone para el Sur de Europa, Oriente Medio y África, y directora de Negocio de Sema Group Schlumberger.
– ¿Cuál es su valoración sobre el papel de la mujer en las carreras STEM en España, particularmente en el sector tecnológico?
Me encantaría decir que la paridad en las carreras STEM es una realidad, pero, lamentablemente, es muy inferior a la que debería ser. Aunque el talento femenino representa alrededor del 50% del talento total en nuestro país, estamos aún muy lejos de que el nivel de participación de las mujeres en estos campos alcance a ese porcentaje.
Según el informe ‘Científicas en Cifras 2021’ del Ministerio de Innovación y Ciencia, la tecnología y la ciencia se encuentran entre los sectores en los que se ha hecho más patente la brecha de género. Me parece especialmente preocupante el descenso de la presencia de estudiantes e investigadoras en los ámbitos de las ingenierías y las tecnologías que sufrimos desde hace seis años. Es verdaderamente urgente trabajar para cambiar esta tendencia negativa.
La prioridad es clara: desde las administraciones, instituciones académicas y el sector tecnológico debemos convertir la participación de las mujeres en las carreras STEM en una prioridad, especialmente en la encrucijada tecnológica que estamos viviendo como consecuencia de la pandemia. Ahora, más que nunca, nuestro país necesita el talento femenino para crear por fin una España totalmente digital. No tengo ninguna duda de que las mujeres y niñas están preparadas para este reto. Sólo necesitamos motivarlas y allanar el terreno.
Atraer a las mujeres al ámbito STEM
– ¿Qué se está haciendo bien desde el ámbito universitario y formativo? ¿Y en qué iniciativas cree que queda más camino por recorrer?
Estoy convencida de que el mayor impulso para cerrar la brecha de género tiene que llegar desde una educación inclusiva y basada en la diversidad. En este sentido, el Gobierno reafirmó recientemente su compromiso para avanzar hacia la participación plena y equitativa de las mujeres y niñas en la ciencia y convertirlas en agentes del cambio en la I+D+I. En concreto, la administración trabaja en varios ejes prioritarios: atraer a más niñas y jóvenes a los ámbitos STEM, mejorar las condiciones laborales de las investigadoras, retener el talento nacional y apoyar el liderazgo de las mujeres que investigan e innovan.
Me resulta complicado determinar en qué ámbitos es necesario poner mayor foco. Son varios los motivos por los que la participación de la mujer es muy inferior a la de los hombres en los ámbitos tecnológicos: factores culturales, económicos, sociales… He vivido en diferentes países y debo señalar que todos estos aspectos pueden condicionar enormemente el papel de la mujer en la sociedad.
No obstante, lo que tengo claro, y en línea con estas iniciativas, es que debemos afrontar el reto de atraer a las mujeres al ámbito STEM desde la infancia. Las niñas y jóvenes son el futuro, un futuro sin límites y con enormes posibilidades. Debemos inculcarles que las disciplinas tecnológicas no son una cuestión de género. ¡No hay carreras o estudios exclusivos para chicas o para chicos! Hay que romper con esa concepción y buscar la igualdad.
Como parte del reto de romper con la brecha de género desde la infancia, quiero destacar la colaboración de Huawei con la fundación Inspiring Girls, a través de la cual se desarrollan distintas iniciativas para promover las carreras STEM y el empoderamiento de las mujeres y niñas. Por ejemplo, el taller ‘Chicas Robóticas’, en el que niñas de 10 a 12 años aprenden de forma práctica e interactiva a construir y programar un robot. No puedo evitar pensar en lo increíble e inspirador que hubiese sido poder haber aprendido algo así durante mi niñez…
Me gustaría mencionar también el Club Tech IG. A través de una plataforma de e-learning, ha permitido a más de 100 alumnas conocer tecnologías en ámbitos digitales tan importantes como el diseño gráfico, el desarrollo web, la animación 3D o las aplicaciones móviles. Estoy convencida de que el talento, la ilusión y la capacidad de aprender de las niñas está ahí. Tan sólo debemos darles las herramientas y conocimientos necesarios para hacerlo. Es importante transmitirles que no hay límites y que pueden hacer todo lo que ellas quieran.
– ¿Cuáles cree que son los perfiles de carreras donde hay más potencial y/o oportunidades para la mujer?
El sector tecnológico y los perfiles técnicos, como las ingenierías, son, sin duda, algunos de los ámbitos con mayor potencial de desarrollo laboral. Pero no sólo para las mujeres, sino para todos los jóvenes y trabajadores de nuestro país. De hecho, estamos viendo cómo en muchas ocasiones las empresas tienen dificultades para conseguir profesionales especializados en ciertos campos, como por ejemplo el de las telecomunicaciones. En este sentido, desde la Unión Europea incluso se ha advertido —en el último informe DESI 2021— que la “escasez de especialistas en TIC sigue siendo un factor que limita la productividad”. En este sector se vuelve a hacer patente la brecha de género, ya que el porcentaje de mujeres dentro del total de especialistas TIC sigue siendo sólo del 20%.
No obstante, algo que me gustaría subrayar es que hay distintas formas de aportar valor y contribuir al futuro del sector TIC, más allá de las ingenierías o los puestos puramente técnicos. Por ejemplo, desde el diseño o el desarrollo de proyectos, entre otros muchos campos. El sector de las tecnologías de la información ofrece muchísimas y muy amplias posibilidades.
Estoy muy ilusionada por mi llegada a Huawei porque es una compañía que es consciente de la importancia de impulsar este ámbito. De hecho, contamos con la iniciativa ‘El Futuro de las TIC’, que este año ha celebrado su novena edición y que pretende promover el talento tecnológico y la empleabilidad de los jóvenes españoles. A través de un programa de una semana de aprendizaje, 50 estudiantes universitarios de informática y telecomunicaciones se formaron en tecnologías como redes 5G, cloud o IA. Cabe destacar la participación de 14 chicas este año, cifra que ha aumentado respecto a anteriores ediciones. Pero no nos conformamos con esto, debemos buscar que esta cifra siga incrementándose los próximos años. Es nuestra misión.
– ¿La brecha de género es mayor que en los países de nuestro entorno? En caso de ser así, ¿por qué?
Desde que era una niña he tenido la oportunidad de vivir en distintos países, como Líbano, Francia, Reino Unido, España… Y viajar a otros muchos. Esto me ha permitido abrir mi mente a un mundo rico y diverso, y acercarme a distintas realidades. Claramente, la situación de la mujer es dispar en Oriente Medio, África, Occidente o Asia. Incluso entre países de las mismas áreas geográficas, como es la UE, existen marcadas diferencias en cuanto al espacio y nivel de participación de las mujeres en la sociedad. Sin embargo, y con independencia de las diferencias, prácticamente ningún país ha sido capaz de eliminar la brecha de género.
España no es una excepción. Sin embargo, a muchos les sorprenderá saber que, a pesar del larguísimo camino que aún nos queda por recorrer, destacamos entre los países que han logrado mejores niveles de paridad entre hombre y mujeres. Concretamente, estamos en el octavo lugar, clasificación que encabezan países como Islandia, Noruega y Finlandia, según señala el Índice Global de Brecha de Género 2020, elaborado por el Foro Económico Mundial.
Esto no significa que el escenario en el que nos encontramos sea el mejor, ni siquiera óptimo. Más bien, es algo “menos malo” que el de otros países. Aunque España está dando pasos importantes para que las mujeres no se queden atrás en la futura evolución del país, existen aún condicionantes históricos, económicos y socioculturales que están frenando su avance. Todavía no nos hemos desprendido de muchos estereotipos y seguimos oyendo frecuentemente que hay profesiones o carreras “más de hombres” y otras “más de mujeres”. Las propias niñas también lo dicen y, lo peor de todo, es que están convencidas de ello. Por esta razón, es realmente importante despertar el talento en las niñas y animarlas a quitarse frenos. Si queremos que el campo de la ciencia y la tecnología refleje la realidad social y tenga una representación completa por parte de sus ciudadanos, debemos desterrar los prejuicios existentes y mostrar a nuestras niñas y jóvenes referentes en distintos ámbitos laborales que les sirvan de guía y ejemplo.
La pandemia ahonda la brecha
– ¿Qué percepción tiene de este último año? ¿Se ha reducido esta brecha o la situación es similar?
Me gustaría poder afirmar que la brecha de género se está reduciendo, pero la realidad es otra. A pesar de los crecientes esfuerzos por lograr una sociedad más sostenible basada en la igualdad, todavía nos falta mucho para revertir esta situación. A esto hay que sumar los demoledores efectos de la pandemia y de la crisis económica, que están ahondando todavía más esta brecha.
Datos como los que ofrecen el Ministerio de Ciencia e Innovación son desalentadores: el número de mujeres estudiantes e investigadoras en este campo no ha hecho más que descender desde 2016, especialmente en las áreas de ingeniería y tecnología, donde la reducción ha sido de entorno al 7%. No olvidemos que este descenso se produce partiendo de una situación de total desequilibro. Según la UNESCO, sólo el 35% de los estudiantes universitarios en carreras STEM son mujeres y sólo el 3% elige realizar estudios en el ámbito de las TIC.
No nos podemos permitir que gran parte de la población se aleje cada vez más de las posiciones de poder y de la toma de decisiones. Nuestro futuro hoy pasa por la tecnología y la digitalización, y las mujeres no pueden quedarse al margen. Jamás lograremos un mundo verdaderamente sostenible sin una sociedad igualitaria y diversa, en la que estén representados todos, hombres y mujeres.
– ¿Piensa que se están adoptando las políticas necesarias para reducir dicha brecha? ¿Qué cree que se debería hacer para lograrlo? ¿Y para quebrar el ‘techo de cristal’?
Aún no ha llegado el momento en el que podamos decir que es suficiente. Debemos plantearnos objetivos más ambiciosos en el campo de la igualdad de género. Sólo por poner algunos ejemplos, la diferencia salarial entre hombre y mujeres, aunque se ha reducido ligeramente, aún se sitúa cerca del 20%, según datos del INE de 2019. Las mujeres ocupan el 75% de los trabajos a tiempo parcial y, tal como desvela el informe ‘Women In Business 2021’, sólo el 34% ocupa puestos directivos.
Tenemos que estar todos unidos para acabar con las desigualdades y romper el ‘techo de cristal’. Esto sólo será posible si organizaciones, gobiernos e instituciones, junto a otros actores sociales y económicos, refuerzan su compromiso de erradicar las diferencias. En el caso de las empresas, debemos redoblar nuestros esfuerzos e impulsar iniciativas propias, tomando un rol proactivo ante esta situación.
Es esencial dar visibilidad a estos fenómenos, así como al impacto social y económico que traen consigo, rompiendo los estereotipos y roles de género que tenemos totalmente interiorizados. Debemos reivindicar la labor de la mujer en el mercado laboral desde la educación, desarrollando planes de igualdad y creando espacios abiertos de debate sobre estos aspectos.
– ¿Qué representación tiene la mujer en su organización? ¿Están tomando medidas para avanzar hacia la paridad? ¿En qué consisten?
Aunque llevo poco tiempo en Huawei, desde hace años he mantenido importantes vínculos con la compañía, como partner, como cliente… Siempre me llamó la atención su enorme capacidad innovadora, así como la dedicación a sus clientes y su cultura del esfuerzo. Pero, además, es muy gratificante para mí saber que formo parte de una compañía que trabaja para lograr un mundo mejor y más sostenible, en el que nadie se quede atrás. Parte de ese compromiso es tratar de lograr la máxima paridad posible entre hombre y mujeres, especialmente en el plano de las competencias digitales.
Éste es un objetivo que hemos asumido en nuestra propia organización en España, y que está reflejado en el ‘II Plan de Igualdad’. Con ello, Huawei se ha marcado el objetivo de erradicar cualquier desigualdad, proporcionando las mismas oportunidades a hombres y mujeres, e impulsando la representación y liderazgo femenino dentro de la compañía.
– ¿Cuál ha sido su experiencia propia? ¿Alguna vez se ha sentido relegada frente a sus colegas por ser mujer?
No me he sentido relegada por el hecho de ser mujer, pero sí por ser un poco “diferente” o por ser “la nueva”. En algunas ocasiones, simplemente porque no contaba con el perfil más tradicional y estándar para un determinado puesto. Tener que adaptarte a un país nuevo, con una cultura diferente, o incluso pasar de una startup a una compañía multinacional, nos obliga a salir de nuestra zona de confort y requiere un esfuerzo y un sacrificio extra.
Pero como en casi todos los aspectos de la vida, los retos se transforman también en oportunidades. Hoy le digo a mi hija: “¡Es un momento maravilloso para las mujeres!”. Las empresas buscan mujeres en puestos de dirección, consejeras, mujeres mentoras…
Las oportunidades están allí fuera si nos presentamos, si levantamos la mano. Y si no sale, ¿por qué no volver a intentarlo? No hay nada que perder y lo que algunos pueden considerar una debilidad es una ventaja que podemos aprovechar. Pero es importante recordar que, una vez que cumplimos el objetivo y rompemos el ‘techo de cristal’, no tenemos que olvidar de dónde venimos y debemos apoyar al resto de mujeres e inspirar a las más jóvenes. Ellas son el futuro y nuestra inspiración. Son frescura, pasión y ambición. ¡Esa mezcla de diversidad y juventud es dinamita!