En concreto, la compañía tejana piensa centrarse a partir de ahora en los sistemas embebidos y dejará de producir chips para dispositivos móviles, tal y como anunció el pasado mes de octubre.
La despedida del 5% de la plantilla y la reestructuración de su negocio serán las armas que permitirán a la compañía lograr un ahorro de 450 millones de dólares para finales de 2013.
Greg Delaki, vicepresidente senior de Procesadores Embebidos, ha explicado que su empresa va a aprovechar la gran oportunidad de reorganizar su portafolio de procesadores OMAP y productos para conectividad inalámbrica con el fin de concentrarse en mercados embebidos y el sector del automóvil.
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