Texas Instruments abandona el mercado móvil y despide a 1.700 empleados

Texas Instruments ha anunciado que reducirá costes, lo que le llevará a recortar 1.700 puestos de trabajo, y que se enfocará en su negocio inalámbrico en mercados embebidos que ofrece mejores perspectivas para un crecimiento sostenido. Esto significa que el fabricante de procesadores abandona el mercado de dispositivos móviles.

Sin mencionar nombres, Texas Instruments dice que la nueva estrategia de la compañía tienen sentido desde el momento en que “grandes clientes están desarrollando sus propios chips personalizados”, lo que recuerda a Apple.

Los sistemas embebidos se utilizan en el mercado de automoción o de dispositivos industriales y al tener ciclos de vida más largos “exigen menos recursos y menos inversión”, ha dicho la compañía con un comunicado.

“Tenemos una gran oportunidad de rediseñar nuestro procesador OMAP y la línea de productos de conectividad inalámbrica para concentrarnos en mercados embebidos”, ha explicado Greg Delagi, vicepresidente senior de la compañía, añadiendo que Texas Instruments ya está trabajando con nuevas aplicaciones embebidas y varios clientes.

Los procesadores OMAP de Texas Instruments han sido muy utilizados para los terminales Motorola Droid asó como para el Kindle Fire de Amazon. También se puede ver este chip en el Samsung Galaxy Tab 2, entre otros tablets. Los chips también fueron diseñados para aparecer en las tabletas Windows RT de vendedores como Toshiba.

Texas Instruments ya anunció a primeros de año que abandonaría el mercado de chips para móviles y desde entonces  se ha estado barajando la posibilidad de que la compañía, que nunca ha confirmado los rumores, vendiera su división móvil a Amazon.

Un reciente informe de IHS recoge que los ingresos generados por el mercado de semiconductores en el cuarto trimestre de 2012 crecerán un 2,8% respecto al mismo periodo del año anterior.

Las nuevas medidas por Texas Instruments generarán unos ahorros de 450 millones de dólares para finales de 2013, ha explicado la compañía. Los costes de este cambio se calculan en 325 millones de dólares, la mayoría de los cuales se imputarán en el trimestre actual.