“Consideramos que la tecnología de Intel para móviles todavía está dos generaciones por detrás de la de ARM”
Entrevista a Ian Thornton, Vicepresidente de Comunicaciones y Relaciones con los Inversores de ARM, que desvela algunas claves de su estrategia corporativa y los planes de futuro para su negocio.
Ian Thornton lleva en ARM desde 1999 y antes de acceder a su posición actual como responsable de Relaciones con los Inversores, estuvo en diversos puestos técnicos y de marketing, por lo que conoce a la perfección el negocio de la compañía con sede en Cambridge, algo que se refleja en sus respuestas.
-La industria de móviles obtuvo un importante crecimiento en 2012. ¿Seguirá esa tendencia este año?
En 2012 el mercado de móviles se anotó un aumento del 45%, que para 2013 los analistas prevén que será del 40%, y en los próximos cinco años el crecimiento interanual esperado es del 20%. En concreto, de los 750 millones de smartphones vendidos el año pasado, se pasará a los 1.700 millones que se comercializarán en 2017. Esto indica que nuestra compañía tiene una oportunidad importante de negocio.
De todas formas tampoco podemos olvidar que ARM lleva su tecnología más allá del mundo móvil. Más de la mitad de los procesadores basados en nuestra tecnología están presentes en aparatos como televisiones digitales, impresores, cámaras digitales, discos duros, tarjetas inteligentes, automóviles… Prácticamente todos los aparatos digitales constituyen una oportunidad para ARM.
-¿Tienen previsto comprar nuevas empresas?
En los últimos tiempos hemos adquirido una media de 1-2 compañías por año que normalmente nos han aportado pequeños equipos de ingenieros, por lo que tienen poco impacto sobre nuestros ingresos. No ofrecemos información sobre compras futuras. Simplemente apuntar que terminamos 2012 con 500 millones de libras esterlinas en caja.
–¿Cuánto ingresa ARM de las licencias por permitir utilizar su arquitectura? ¿Cuántas compañías se apuntaron el año pasado?
En 2012 captamos 110 nuevos contratos de licencias y los ingresos totales en concepto de licencias fueron de 287 millones de dólares, sobre unos ingresos totales de la empresa de 913 millones de dólares.
-Parece que asistimos al boom de las tabletas. ¿Tiene previsto ARM aumentar sus inversiones en tecnología para esos dispositivos móviles?
El mercado de tabletas está creciendo gracias al cada vez mayor número de fabricantes y modelos disponibles. En ARM estimamos que controlamos el 40% del mercado de Informática Móvil, en el que se incluyen tabletas, portátiles y netbooks.
ARM diseña procesadores que pueden ser aplicados en multitud de productos. En ese sentido, diseñamos procesadores para que puedan emplearse en tabletas, smartphones, televisiones y dispositivos de networking. Con ello maximizamos las oportunidades de licenciar nuestros productos y el retorno de nuestras inversiones.
Asimismo, acabamos de anunciar nuestra nueva generación de procesadores, los modelos Cortex-A53 y Cortex-A57, que estarán en el mercado en 2014 y nuestros clientes ya están empezando a licenciar pensando en mercados muy variados, entre los que se incluyen las tabletas.
-¿Qué puede decirnos de la apuesta por la I+D en ARM? ¿Tienen previsto aumentar su inversión en ese apartado?
ARM tiene 2.500 personas en su plantilla y 1800 de ellos son ingenieros dedicados a temas de investigación y desarrollo. En los últimos años hemos incrementado en un 10% anual la inversión en I+D, y esperamos seguir aumentando el equipo de expertos en esa área. De todas formas nuestros ingresos están creciendo más rápido que los costes por lo que el porcentaje de gastos dedicados a I+D se ha reducido.
-Intel está entrando en el mercado de móviles. ¿Lo ven como un competidor en el futuro o creen que al llegar tan tarde tendrán dificultades para abrirse hueco?
Intel es una compañía enorme con muchos recursos y un legado muy importante. Como es lógico prestamos mucha atención a los pasos que da Intel en el mercado móvil. Dicho esto, sus diseños no destacan por la eficiencia en el consumo, un aspecto que es determinante en los dispositivos móviles así como en otras áreas de la informática. Consideramos que Intel todavía está dos generaciones por detrás de ARM en la tecnología de chips móviles.
-¿Son importantes los mercados emergentes para ARM?
ARM tiene acuerdos muy satisfactorios con numerosos clientes en China y China Continental que fabrican semiconductores. Se trata de empresas como Allwinner, Huawei, Mediatek, Mstar, etc., que facturan cerca de 1.000 millones de procesadores con tecnología de ARM cada año.
-¿Está afectando la recesión económica de la Unión Europea a su negocio en el viejo continente?
Las decisiones de licenciar nuestra tecnología las toman empresas de semiconductores y se enmarcan dentro de inversiones gran tamaño. Normalmente las hacen teniendo en cuenta cómo será su futuro en 5-10 años vista a nivel global, lo que implica que si se produce un descenso de las ventas en un mercado concreto no tendrá demasiado impacto en sus planes inversores.
-¿Cuál será su estrategia en el mercado de televisiones digitales?
ARM tiene importante presencia en esos aparatos a través de las CPUs Cortex y las gráficas Mali. Nuestros datos hablan de que la tecnología de ARM finalizó 2012 con un 45% de la cuota de mercado global de televisiones digitales y set top boxes. En lo referente a la estrategia en ese campo, seguiremos desarrollando procesadores que sean eficientes y ofrezcan el mayor rendimiento de procesamiento con pocos requerimientos de energía.
-¿Cuáles son los principales retos de cara al futuro para ARM?
El desarrollo de nueva tecnología es un proceso que dura entre 3 y 5 años. Nuestros clientes pueden tardar entre 2 y 4 años en diseñar y producir los chips basados en nuestra tecnología. Eso hace que tengamos que pensar en el largo plazo y hacer una inversión equilibrada que abarque varios años.
Creemos que siempre se pueden encontrar nuevas formas de gastar el dinero que disponemos y para que nuestros ingenieros planifiquen nuevos proyectos en los que invertir. Nuestro director financiero tiene como cometido identificar el nivel de inversión que nos permitirá hacer crecer nuestros ingresos en 2020 y los años siguientes.