‘Emojis’ animados y otras tendencias para la mensajería móvil del futuro
Desde traducciones de mensajes en tiempo real a la comunicación con internet de las cosas, son varias las posibilidades abiertas.
Las comunicaciones han cambiado de forma notable durante los últimos años, especialmente las comunicaciones móviles. Sin ir más lejos, los SMS han dejado paso al intercambio de mensajes instantáneos a través de diferentes aplicaciones.
Y parece que las innovaciones seguirán llegando. Así lo cree la tecnológica española TokApp que apunta hacia seis fenómenos diferentes que deberían seguir transformando el campo de la mensajería móvil durante la próxima década.
El primero tiene que ver con las traducciones de mensajes en tiempo real, que según sus pronósticos “en varios años será tan efectiva e instantánea que apenas se verá el cambio en multidioma, facilitando un intercambio muy veloz entre dos usuarios con diferente lengua”.
Otros cambios llegarán de la mano de la realidad aumentada y la realidad virtual. Por ejemplo, ver mensajes en la calle o enviarlos simplemente con mirar a alguien son posibilidades que se barajan.
En tercer lugar está la expresión de emociones a través de emojis que serán animados. Usando la cámara del teléfono, y gracias a la tecnología de reconocimiento facial, debería poder pasarse la expresión del rostro de una persona a imagen.
TokApp habla igualmente de una “comunicación con empresas friendly“, buscada por los propios clientes, con ayuda de unos mensajes temáticos que se basarán en las suscripciones de noticias.
En cuanto a la privacidad de la información, comenzará a estar marcada este mismo año con la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea. La sensación es que la protección de los datos personales se va endureciendo.
Por último, “comunicarnos con nuestra nevera y saber qué alimentos nos falta o recibir un mensaje cuando alguien haya entrado en casa” será posible, de acuerdo con TokApp. Se volverá estándar en un ambiente cada vez más interconectado, con casas cada vez más inteligentes y un internet de las cosas en expansión.