El teletrabajo puede generar ahorros de unos 7.500 euros en salarios anuales

En el jardín, la piscina o el dormitorio. Cualquier lugar puede ser idóneo para trabajar. Gracias al desarrollo de la tecnología y de internet, los smartphones y tabletas se han convertido en auténticas herramientas laborales. La adaptación de estos gadgets para uso cotidiano transforma en realidad la idea utópica de trabajar desde lugares distintos a la oficina tradicional.

“El teletrabajo es la opción que se les da a los empleados de poder trabajar desde casa, bien con un equipo propio o con herramientas facilitadas por la empresa”, asegura Sergio Cancelo, responsable de la Felicidad de Mobivery, expertos en el desarrollo e implantación de soluciones para plataformas móviles. “Se trata de una medida de flexibilidad, y por tanto no existen días concretos ni horarios impuestos para teletrabajar”, prosigue.

Cada vez son más las empresas que se acogen al teletrabajo, una fórmula que mejora la productividad y apoya la retención de talentos. Una investigación de la Universidad de Stanford (en EE.UU) revela que el trabajo desde casa rinde más y genera mayor satisfacción, ya que permite organizar la jornada para lograr mejores resultados y conciliar la vida personal con la profesional. En concreto, el estudio fue realizado entre empleados de una multinacional china. Los resultados muestran que los “teletrabajadores” son un 13% más productivos que sus compañeros que trabajan en oficinas.

Este método de empleo, impulsado por el progreso de las tecnologías de la comunicación, gana terreno en España. Según reflejan los datos del INE, (el 21,8% de las compañías ya tiene programas de trabajo a distancia, que “evitan desplazamientos inútiles y no productivos. Además, aumentan el grado de satisfacción de los empleados y la fidelidad a la empresa”, confiesa Alejandro Frieben, director de Recursos Humanos de Oracle Ibérica, (http://www.oracle.com/es/index.html) compañía proveedora de soluciones de software y hardware al mundo empresarial de forma abierta, completa e integrada.

Los beneficios de no acudir a la oficina, o hacerlo sólo unos días por semana, son evidentes pero también existen peligros asociados. El estancamiento profesional o la soledad pueden suponer todo un riesgo. Además, no todo el mundo está preparado para ejercer desde su casa sin obsesionarse o aislarse. “Uno de los mayores temores a la implantación del teletrabajo es el absentismo, ante la falta de control sobre lo que está haciendo el trabajador”, sostiene Sergio Cancelo. “Otro riesgo es la seguridad. Disponer de un dispositivo, ya sea el móvil o el ordenador portátil, que saques fuera de la oficina y que pueda contener información confidencial es un quebradero de cabeza en algunas organizaciones. En estos casos, la solución pasa por el encriptado de información”, añade.