Un simple banner de la operadora del monopolio vuelve a traer la polémica a la Red. El mensaje elegido, “Bajando contenidos ilegales contribuyes a la piratería”, es tan ambiguo y erróneo como cada uno quiera interpretar, porque no tiene nada que ver lo del “contenido ilegal” -cuyo máximo exponente es la lacra de la pornografía infantil- con las denominadas “descargas ilegales” en las que además hay que diferenciar como lo hace la ley española, entre contenido multimedia o aplicaciones informáticas.
Para las organizaciones de derechos de autor como la SGAE, que equipara la descarga de un álbum de música con la pérdida de venta de un CD, todos los archivos compartidos en la Red son directamente ilegales.
Quizá por ello Telefónica se mete en este charco con este mensaje, obligada por la presión de la SGAE y la gubernamental que la apoya. No creemos que los inversores y ejecutivos de la compañía estén muy de acuerdo en esta estrategia que no gusta nada a los usuarios que son los que mantienen los ingresos de la operadora. Más cuando la crisis de consumo actual ha supuesto un frenazo de consideración en el aumento de contrataciones de banda ancha y de imponerse legislaciones restrictivas como la ley francesa, se esperan bajas generalizadas en el ADSL.
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Su cometido pasa por consolidar y ampliar el ecosistema industrial en España y Portugal.