¿Por qué las tecnológicas temen (o deberían) al Tea Party?
La anécdota es Sarah Palin, la antigua candidata a vicepresidenta de Estados Unidos y actual estrella del Tea Party, menospreciando a Twitter (servicio en el que – de todos modos – ella también tiene una cuenta).
El Tea Party es la gran estrella de las elecciones de hoy al Congreso de Estados Unidos: el movimiento conservador ha sabido utilizar de forma magistral las redes sociales y la red en general para difundir sus ideales y sus críticas al gobierno de Barack Obama, aunque de salir bien parados en las elecciones de hoy su actuación no sería tan amigable con las nuevas tecnologías como podría pensarse de su extensivo uso de las mismas. En una viñeta, Gizmodo coloca unos ojos demoníacos a un candidato de esta corriente, demostrando que la tecnología y la ciencia pueden temer – y mucho – al empuje del partido del té.
En el caso de la ciencia, el golpe es claro y manifiesto. Algún candidato ya ha dejado claro que no cree en las teorías de Darwin, apostando claramente por el religioso creacionismo y otros han apoyado el implantar en la enseñanza las teorías del “diseño inteligente”. La lucha contra el cambio climático también podría verse resentida por el empuje del Tea Party.
En el caso de la tecnología, el impacto que podría tener una virtual victoria del Tea Party ha sido menos explícito.
Aunque The American, el medio online del American Enterprise Institute, un think thank conservador, considera que la victoria de los conservadores será beneficiosa para las TIC, los medios especializados no acaban de verlo tan claro. “Será bueno para Estados Unidos (la victoria) y lo que es bueno para Estados Unidos lo es para las TIC”, defienden en The American. Según este medio, la victoria de los republicanos acabará con las ayudas al sector sin que la industria ofrezca nada a cambio, hará la agenda más específica y menos vaga y además reflejará la influencia del Tea Party… que es justo lo que enfrente temen.
El Tea Party “odia” la neutralidad de la red, denuncia sin empacho CrunchGear. “Es una afrenta a la libertad de expresión y el libre mercado”, apunta una de las representantes de la corriente, como recoge el blog tecnológico. La Virginia Tea Party Patriot Federation ha lanzado una carta, que recoge este medio, criticando los esfuerzos de la FCC en mantener la neutralidad de la red, acusando al organismo por utilizar como excusa una ley que no fue creada para internet – lo fue para las telecomunicaciones – y sobre todo en un momento – los años 30 – con un contexto económico muy específico.
Pero la neutralidad de la red no es lo único que estaría amenazado por el Tea Party. En la completa lista elaborada por Gizmodo, la neutralidad de la red no es más que el primer punto, seguido por los problemas presupuestarios a los que puede enfrentarse la NASA y los problemas de impuestos de las empresas de nuevas tecnologías. Según explica el site, las empresas tech estadounidenses mantienen cuantiosas remesas de dinero fuera del país porque traerlas a casa les sale demasiado caro.
A pesar de sus propuestas de rebajar esos impuestos, no han conseguido nada. Puede que a primera vista una victoria del Tea Party, menos fan de los impuestos que los demócratas, pueda parecer positiva para esta reclamación… pero si ellos salen vencedores, el actual equilibrio político en las cámaras estadounidenses dejará paso a una batalla salvaje entre conservadores y demócratas. Y las reclamaciones en materia de impuestos se quedarán atrapadas en el fuego cruzado.
La victoria del Tea Party también afectará a la investigación en materia de células madre y podría lastrar a la biotecnología.
Cabe también preguntarse como se llevarán las políticas ultraconservadoras y ultracapitalistas de los candidatos del Tea Party con la promoción de la no muy capitalista opción open source.
La industria tecnológica fue una de las grandes beneficiadas por la victoria de Barack Obama, al que apoyaron las empresas del sector en la carrera a la presidencia del país. La victoria conservadora podría ser un serio revés para sus intereses.