La tecnología acaba con los corros de la bolsa
En el imaginario, la bolsa es un lugar en el que los compradores se intercambian valores por dinero a gritos y en corros. El cine y la literatura han ayudado a consolidar la imagen de una bolsa caótica en la que los papeles vuelan y los títulos se compran a viva voz. Pero nada más lejos.
En la actualidad, el parqué es cada vez más silencioso. La tecnología ha podido con el ruido para siempre. Las Sociedades Rectoras de la Bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia han anunciado que eliminarán los últimos corros analógicos de cotización de valores de renta variable (las acciones de siempre) para convertirlos en corros electrónicos.
De este modo, los valores aumentarán “su liquidez”, “su transparencia” y mejorarán “su accesibilidad”, al tiempo que se da un paso hacia una gestión más moderna en la compra de acciones, como explican desde BME en una nota de prensa.
El último día de cotización en corros será el próximo 10 de julio, cuando se iniciará el cambio hacia el “nuevo sistema de contratación electrónico, un mecanismo más ágil y moderno”.