El desarrollador y distribuidor de videojuegos
Take-Two Interactive
anunció ayer la venta del fabricante de periféricos propiedad de la compañía
Joytech, que
pasará a manos de su rival en el sector
Mad Catz con todos sus
empleados.
La venta de Joytech se enmarca dentro de los planes de la compañía de
desprenderse de las unidades más alejadas de su núcleo de negocio, el desarrollo
de los videojuegos. El director ejecutivo de Take-Two, Ben Feder, justificó así
la venta en la nota de prensa en la que realizó el anuncio: ?La venta de Joytech
esntra dentro de uno de los objetivos clave establecidos en nuestro Plan de 100
días: desarrollar estrategias alternativas para todas las operaciones que
creemos que están fuera del núcleo de negocio de la publicación [de
videojuegos]?.
En la
nota
de prensa no se hace referencia al ingreso que va a suponer esta venta para
compañía, aunque sí afirman que no supondrá un aumento significativo de sus
ingresos. Take-two anunciará los resultados del tercer cuarto del año fiscal el
próximo lunes. Take-Two, además de los desarrolladores propios, se encarga de la
distribución de los polémicos títulos de Rockstar Games, desarrollador de Grand
Theft Auto y Manhunt. La segunda parte de este último ha recibido numerosos
reveses este años por parte de los organismos de calificación de los videojuegos
de distintos países, por lo que se ha retrasado su publicación.
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