Syberia llega a la PS2

Una abogada neoyorquina viaja a los Alpes por encargo de una multinacional de la industria juguetera con la intención de cerrar la venta de una vieja fábrica de juguetes, famosa por sus autómatas. Pero nada más llegar a un lugar tan extraño como estos seres (muñecos mecánicos y con alma, lo que les diferencia de los robots), se encuentra con serias dificultades que le hacen comprender que el viaje va a ser más largo de lo que ella pensaba y que le espera una larga y misteriosa aventura por tierras tan exóticas como desconocidas.

Aquí comienza una aventura gráfica donde guión y diseño brillan con luz propia. Y es que ambos se combinan para meternos de lleno en una historia intrigante con una atmósfera especial, antigua, misteriosa y exótica. Un juego por tanto con argumentos de sobra para los amantes de las aventuras con mucho trasfondo y un largo proceso de trabajo detrás. Los responsables de todo ello son el equipo de Microids, una empresa especializada en el género y que imprime a sus juegos un sello de calidad. Además, para este caso concreto se ha recurrido a la obra de Benoit Sokal, genial dibujante italiano que ya fuera responsable de L´Amerzone (otro juego de la firma que ya deslumbrara hace unos tres años) y que ha supervisado todo el proceso.

El universo de Syberia es, por decirlo de algún modo, otro mundo; y ello es gracias a un diseño de producción deslumbrante marcado por diversas tendencias artísticas y que destella sobre todo en los escenarios, aunque también se extiende a personajes y demás. El juego se desarrolla en escenarios 2D prerrenderizados aunque los personajes sí son en tres dimensiones. La pena es que no haya un poco de movimiento en las diferentes vistas de cámara por las que iremos pasando en la aventura, y que no haya más elementos vivos. Lástima también que algunas veces la vista obligue a que nuestro personaje apenas sea un enanito dentro del paisaje. De cualquier modo, lo perdonamos por el placer de ir descubriendo una pantalla tras otra, a cual más preciosista, acompañados de una banda sonora digna de película de Hollywood (por cierto, el juego está totalmente doblado, algo sin duda de agradecer). Por supuesto para ello hay que ir avanzando en un misterio muy bien diseñado (ya hemos hablado del excelente guión) que presenta diversos puzzles (bastante lógicos) que van ganado dificultad con la trama. Manejo e interfaz son muy intuitivos, al estilo de lo habitual en el género (con el ratón como casi único elemento necesario) y se ha añadido una interesante novedad un teléfono móvil que interviene en la trama como un recurso más (crucial en ciertos momentos pero insustancial en otros, que nadie espere milagros). En definitiva, un juego deslumbrante que seguramente apasionará a los devotos de las aventuras gráficas de calidad. Eso sí, abstenerse impacientes o los que necesiten mucha acción a la hora de jugar; esto es otra historia.