Tres de cada cuatro empleados españoles eligen startups como su lugar de trabajo ideal
Los trabajadores son críticos con el apoyo que se le da a este tipo de empresas, considerando que se dificulta su creación.
En los últimos años, las grandes corporaciones y multinacionales están siendo desbancadas como la opción favorita para trabajar. Los valores de otros tipos de compañías hacen que los empleados se sientan atraídos por estos modelos, generalmente asociados a trabajos más dinámicos y con ambientes más distendidos.
Una tendencia que verifica la firma de recursos humanos Randstad. Según el informe Employer Branding: cuando la percepción se convierte en realidad, los trabajadores elegirían de forma mayoritaria empresas emergentes como primera opción donde desarrollarse laboralmente en nuestro país. Un 75% se decanta por startups como el espacio óptimo donde trabajar, mientras que las pymes son elegidas por el 66% y las multinacionales por un 61%.
La primera opción es la favorita, sobre todo, para los trabajadores de menos de 45 años, donde el porcentaje sube hasta el 80%. A la hora de valorar las startups como su lugar ideal de trabajo, los encuestados citan factores como la conciliación entre vida personal y laboral, el buen ambiente de trabajo o el tipo de proyecto que se plantea en este tipo de compañías.
Las multinacionales resultan más atractivas entre las franjas de edad más bajas de la población laboral. Un 69% de los menores de 25 años elegirían trabajar en este tipo de empresas, impulsados por la posibilidad de proyectar su carrera a nivel internacional o buscando beneficios para el trabajador.
Aunque la opción de trabajar en una startup es la preferida por los encuestados, la percepción de cómo son consideradas en nuestro país no es del todo positiva. Un 67% cree que en España no se apoya suficiente la creación de este tipo de compañías, citando como motivos trabas en el acceso a crédito, problemas burocráticos o dificultades en la regulación.
Los datos, que se extraen del estudio Randstad Workmonitor del primer trimestre de 2017, muestran cómo a nivel europeo la consideración de las dificultades a las startups es menor, disminuyendo el porcentaje de empleados críticos con el apoyo a estas empresas.