Cuando tu startup se llama como la salida de Grecia de la Unión Europea
Grexit es una joven compañía de software nacida en 2011 que está planteándose cambiar de nombre.
Ponerle nombre a tu startup cuando se está arrancando es algo que puede ser hasta divertido. Hay muchas maneras de denominar a una firma emergente para que suene bien y sea pegadiza. Muchos juegan con algún sonido que represente lo que hace la compañía, otros prefieren fusionar dos conceptos y otros emprendedores utilizan alguna partícula de otra empresa tecnológica conocida.
Pero a veces, elegir cierto nombre puede acabar convirtiéndose en un gran problema. Eso es lo que le está ocurriendo a una empresa de software fundada en 2011 llamada Grexit. Hace cuatro años pensaron que podían combinar la palabra latina Grex, que significa rebaño o manada (en un guiño a la capacidad del software para unir a la gente) con la palabra inglesa It, de “Lo” o “a él”. Creyeron que podía funcionar y siguieron adelante con el nombre tras descartar algún otro. Y parece que les funcionó bien durante unos años, puesto que incluso abrieron una oficina en Palo Alto.
Sin embargo, esta startup con una herramienta que permite a los compañeros de trabajo compartir correos electrónicos y colaborar en proyectos ha tenido la desdicha de llamarse como el término que se está usando para hablar de una posible salida de Grecia de la Unión Europea después del corralito en el país.
Debido a la popularización de la palabra ‘grexit’ entre los medios de comunicación, el tráfico de la web ha crecido un 20%. Pero esta no le está viniendo nada bien al negocio de la startup, todo lo contrario. Este tráfico irrelevante acaba rebotando y confunde sus tasas de conversión.
“Grexit tiene una connotación negativa ahora y no creo que el debate de todo el mundo sobre el plan de rescate a Grecia vaya a desaparecer a corto plazo. Nunca podíamos haber predicho esto cuándo se nos ocurrió el nombre en 2010. Es solo mala suerte, supongo”, ha explicado a Quartz el fundador de la startup, Nitesh Nandy, quien revela que además de nombre, están pensando en modificar la marca también.
Mal de muchos, consuelo de tontos. Y es que Grexit no ha sido la primera firma emergente en tener problemas por algo parecido. El año pasado una compañía de pagos móviles llamada Isis decidió que no querían compartir un nombre con el grupo terrorista islamista y se comenzaron a hacer llamar Softcard.