Las start-ups y el capital riesgo caen a niveles de 2007
Según el informe sobre emprendimiento de la OCDE, la situación es especialmente grave en España, donde se crean un 60% de las start-ups que en 2007.
La crisis está afectando muy negativamente a la creación de start-ups y al sector del capital riesgo en Europa y, particularmente, en España. Según el último estudio sobre emprendimiento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la ratio de empresas creadas en el primer trimestre de 2012 está por debajo de los niveles de 2007 en países como Dinamarca, Finlandia, Alemania, Italia o Noruega.
El caso de España es especialmente grave. La creación de start-ups en nuestro país es “particularmente baja”, según la OCDE. Poco más del 60% respecto a los niveles de 2007, informa Emprendedores.es.
Las ratios de creación de start-ups no han crecido desde 2007, sobre todo en Europa. “Esto indica que los emprendedores continúan sufriendo la restricción del crédito”, señala el estudio. Sin embargo, gracias a ciertas medidas para reducir el desempleo, se observan signos de recuperación en Australia y Reino Unido, probablemente debido al aumento del autoempleo. No obstante, es Francia el país donde más ha crecido el número de empresas creadas: un 70% más que en 2007. El motivo estaría en la ley del autoemprendedor promulgada en 2009, que establece incentivos fiscales y facilidades burocráticas.
La crisis también ha afectado al capital riesgo. En 2012, en la mayoría de los países el nivel de inversiones estaba alrededor del 60% de los niveles de 2007. El informe revela que las inversiones de capital riesgo representan menos del 0,03% del PIB en la mayoría de los países de la OCDE. Hay, eso sí, dos excepciones: Israel, donde esta industria supone un 0,4% del PIB, y Estados Unidos (un 0,17%). El fenomeno Waze no parece, pues, fruto de la casualidad.
Los datos de la industria del capital riesgo son especialmente desalentadores para España. En nuestro país está por debajo del 40% de los niveles de 2007. Pero tampoco alcanza ni el 40% de la media de la OCDE.