Este es el sQuba, un coche submarino creado a partir de un Lotus Elise, con tres motores eléctricos en vez de un motor de combustión. No tiene techo: se sumerge directamente, sin capota ni leches, dando aire a sus ocupantes mediante reguladores. Y sí, yo tampoco me lo creía hasta que vi el vídeo, a continuación
Inventado por Frank Rinderknecht, el sQuba corre a 120km/h en carretera, pero sólo a 6,4km/h sobre agua y 3,2km/h bajo el agua, sumergido a un profundidad de 10 metros y durante dos horas. Cuesta 1.025.000 euros, bañador Turbo y gorro de Capitán Zissou no incluidos. — Jesús Díaz [Daily Mail via Jalopnik]
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