Spotify en España: ¿gana el streaming a la piratería?
Más de tres años después del aterrizaje del servicio en España, la firma asegura que cada vez tienen más usuarios premium. ¿Logrará acabar con la piratería?
Lo que dicen las discográficas
Que los sellos discográficos ya han aceptado que el mundo digital, con plataformas como iTunes Store o Spotify, es imprescindible en la actualidad es innegable. Tras las reticencias iniciales que pudieron mostrar sobre todo las discográficas más grandes, ahora es raro el sello que no ha pasado su catálogo a una de estas plataformas.
Eso sí, desde la perspectiva de las discográficas, todo parece más rodeado de un espíritu de adaptación a los nuevos tiempos que de ese entusiasmo mostrado desde Spotify. “Hace tiempo que vimos que Internet y los cambios que había supuesto en los hábitos de consumo hacían inevitable adaptarse”, explica Marc, de Foehn Records. No obstante, aclara que “todavía no supone el volumen de negocio que era la venta física, ni nunca lo volverá a ser”.
Desde Mushroom Pillow coinciden con ese espíritu de adaptación. El director del sello musical, Marcos Collantes, indica que han estado en plataformas digitales “desde 2004”, porque son “una compañía del nuevo siglo y no tendría sentido no estar en estas plataformas que son la realidad y el futuro del mundo musical”.
Eso sí, en cuanto a los ingresos que supone Spotify en particular para las discográficas, a pesar de llevar desde 2009, las cifras no parecen reflejar lo que ocurre en Estados Unidos. El director de Mushroom Pillow asegura que las “divisiones de ingresos”, por lo menos en su caso, no reflejan eso de que Spotify sea la segunda fuente.
En el caso de Foehn, si bien Spotify e iTunes suponen “más del 80% del canal digital” y representan “un ingreso cada vez mayor”, lo cierto es que en su caso la venta física todavía “genera mayores ingresos”. Eso sí, también aclara que es posible que esto tenga que ver con que los discos que publican “cuentan con una sensibilidad o inquietud por la música diferente a la del mainstream”, con consumidores que “valoran más el hecho de descubrir y posteriormente tener esa música, ya sea en CD o vinilo”.