El spam supone casi un 90% del total de mensajes
Según el último informe de Symantec, la comunicación de spam y el phishing parecen estar viviendo su edad de oro. Durante el pasado mes de septiembre, los correos basura supusieron un 89,4% del total de mensajes, descendiendo hasta un 86,61% en el mes de octubre. En lo que respecta al phishing, su avance es lento pero seguro: durante el pasado mes este tipo de ataques se incrementó un 0,3%. Las páginas dedicadas al robo de datos personales subieron un 41%.
Por otra parte, los mensajes de spam y phishing desde servidores estadounidenses fueron en noviembre un 42% de la distribución global, aunque el 26% fue originado en otro país a través de proxies. La información más cotizada por los phishers siguen siendo los nombres de usuario y contraseñas, pero es importante ser muy cautelosos a la hora de facilitar números de tarjetas de crédito y sus códigos de verificación, al igual que cuando se trate de direcciones de correo electrónico. Lo más prudente ante la duda es cerciorarse antes de facilitar cualquier tipo de información, ya que incluso las organizaciones más reputadas pueden ser víctimas de un ataque de estas características. Hasta el mes de noviembre, los ataques de phishing aumentaron en servidores gubernamentales de todo el mundo, apoderándose de sus dominios y suplantando la identidad virtual de sus usuarios.
El ámbito de las redes sociales tampoco se libra de esta amenaza y el volumen de comunicaciones spam sigue creciendo. La proximidad de las fiestas prevé una multiplicación del número de ataques. Symantec ha detectado ya la presencia de varios “ganchos” publicitarios relacionados con compra de réplicas, medicamentos y todo tipo de reclamos para atraer a potenciales compradores que faciliten sus datos bancarios. Para evitar males mayores, Symantec recomienda evitar airear las direcciones de correo en la web y ser selectivo a la hora de facilitarlas. No se debe favorecer la infección abriendo archivos adjuntos de remitentes desconocidos o con textos dudosos, y, sobre todo, no responder a los mensajes basura.