Los sensores, utilizados en teléfonos inteligentes como el iPhone, han sido uno de los productos más fuertes de Sony en los últimos años en contraste con su línea de televisores y smartphones que se han quedado atrás frente a los grandes rivales asiáticos.
El pasado mes de abril el fabricante japonés anunció que gastaría 45.000 millones de yenes (374.000 millones de dólares) en reforzar la capacidad de producción de sus sensores durante este ejercicio y realizó una inversión máxima de 105.000 millones de yenes en febrero.
Ahora Sony da otro paso y ha anunciado que escindirá sus operaciones de semiconductores en un intento por impulsar el crecimiento en los dispositivos tales como sensores de imagen, que han ayudado a liderar un cambio de tendencia en el fabricante, tal y como recoge Reuters.
Esta autonomía que otorga al negocio de sensores le ayudará a mantener la competitividad frente a rivales como Samsung Electronics y OmniVision Technologies.
El fabricante japonés prevé ampliar la producción de sus sensores en productos relacionados con los coches conectados.
La medida forma parte de los esfuerzos de la compañía por acelerar su rentabilidad. Sony también ha escindido sus divisiones de TV y electrónica.
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