Sony se recicla

A partir del 15 de Septiembre se pone en marcha el programa Take Back Recycling de Sony por el que los usuarios podrán reciclar sus productos en los 75 puntos de recogida en territorio estadounidense que la empresa ha puesto a su disposición.

Antes de este anuncio ya existía la posibilidad de reciclar sus productos, pero en contadas localizaciones. Con el acuerdo alcanzado entre Sony y la compañía de recogida de desechos WM Recycle America, A partir de septiembre el número de puntos verdes se incrementa de manera importante.

Aunque el reparto es desigual. Habrá 17 centros de recogida en California, 19 en Minesota, en ocho estados incluyendo Nueva York tan sólo se dispondrá de un centro de recogida y en otros 32 estados no habrá ninguno.

Sin embargo, la compañía ha anunciado su intención de alcanzar los 150 para el próximo año con, al menos, uno por estado. El objetivo final es que exista un centro por cada 20 millas del 95 por ciento de la población americana.

Por ahora, aquellos que no tengan cerca uno de los centros de reciclado tendrán que conformarse con enviarlo por correo, pagando de su propio bolsillo los gastos de envío.

Por ahora, estos centros recogen dispositivos de Sony y Sony-Ericsson de manera gratuita y por una suma de dinero si son de otra empresa.

Aunque dentro de los Estados Unidos existen otras empresas como Apple o Hewlett-Packard con sus propios programas de reciclado, el de Sony es el primero que cuenta con el respaldo de una empresa de recogida de desechos.

Con esta iniciativa Sony continúa en una línea de trabajo que apuesta por las medidas ecológicas. En Febrero de este mismo año la empresa ganó el Premio Europeo a la Energía Sostenible por haber reducido el consumo de sus aparatos en un 90 por ciento, informó vnunet.

Ahora sólo queda saber cuando contará Europa con un programa similar, o si desde aquí habrá que mandar los productos a las centrales estadounidenses. Una pantalla LCD de Sony de unas 27 pulgadas, pesa aproximadamente unos 14 kilos y enviarla por UPS a Nueva York, cuesta unos 250 euros. Por muy ecologista que uno sea, es como para pensárselo.