Sony modifica los términos de uso en PlayStation Network para evitar demandas colectivas
La compañía japonesa obliga a sus usuarios a dirimir futuros conflictos ante un interventor imparcial o a través de acciones legales emprendidas a título individual.
Sony, que ya está lidiando con una demanda colectiva en nombre de los 70 millones de usuarios de PlayStation cuya información personal quedó comprometida durante el ataque a sus servidores el pasado mes de abril, ha decidido revisar los términos de servicio de su popular consola de juegos y prohibir la posibilidad de participar en cualquier clase de acción legal similar en el futuro.
“Cualquier proceso de resolución de controversias, ya sea por medio de arbitraje o ante un tribunal, será llevada a cabo sobre una base individual y no mediante una acción colectiva, como representante o como miembro identificado o sin identificar”, reza la actualización de las condiciones de uso, que puntualiza: “a no ser que tú y la entidad Sony hayáis acordado específicamente hacerlo por escrito tras el inicio del arbitraje”.
¿Qué significa esta disposición? Que los usuarios de PlayStation Network sólo podrán presentar su caso a un “árbitro imparcial” designado por la compañía o iniciar acciones judiciales contra Sony a título individual.
Además, desde el 20 de agosto, nadie puede participar como miembro de una demanda colectiva contra sus servicios.
Aquellos que no quieran renunciar a sus derechos ni quedar atados por el arbitraje, “deberán notificarlo por escrito en el plazo de 30 días desde la fecha en la que acepten el acuerdo”. Esa notificación debe ser enviada a “6080 Center Drive, 10th Floor, Los Angeles, CA 90045” a la atención del Departamento Legal e incluir nombre, dirección, número de cuenta de PSN y una “declaración clara” rechazando la resolución de conflictos por arbitraje.
En otras palabras, Sony no ofrece ninguna opción electrónica y, por supuesto, puede afirmar que no ha recibido dicha carta, tal y como denuncia DailyTech.
De momento los cambios sólo afectan a las cláusulas firmadas en Estados Unidos, mientras que las condiciones en Europa se mantienen sin alteraciones.