Al final los rumores eran ciertos: Sony quería deshacerse de su parte en el negocio de pantallas LCD que tenía de forma conjunta con Samsung, y así ha hecho. ¿A quién se lo ha vendido? A sus compañeros en el negocio: según han anunciado hoy, venderán su casi 50% de la compañía a Samsung por un total de 939 millones.
¿Significa esto que Sony tendrá que empezar a comprar pantallas LCD a otros fabricantes? No: según el acuerdo, Samsung continuará suministrándole las pantallas a Sony, ahora a precio de mercado. Es decir, Sony ya no tendrá que gestionar como hasta ahora la fabricación de las pantallas, con lo que se ahorrarán unos 640 millones de dólares al año.
No se sabe si este paso logrará reencauzar el curso de la compañía, aunque los analistas parecen estar de su parte. “Es un paso adelante para Sony”, aseguraron desde la empresa de análisis Nomura Holdings Inc, ya que, según indicaron, abandonar esta empresa “le permite a Sony ser más flexible”.
Los mercados han saludado la noticia con subidas de hasta el 1,6% para Sony en la bolsa de Tokio y una caída del 0,2% para Samsung, según recoge Bloomberg. Desde Sony se muestran optimistas con la situación: “a pesar de esta pérdida, Sony estima que la transacción tendrá como resultado ahorros sustanciales”, aseguraron en un comunicado.
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