Con la comercialización de los televisores de Google, se podrá revelar el alcance del éxito de esta nueva apuesta. Se resolverá cuánto están dispuestos a pagar los usuarios para combinar el acceso a Internet con la programación de televisión.
Los precios oscilan entre los 600 a 1.400 dólares. Un precio más alto que las televisiones sin el software, lo que amenaza con debilitar las ventas en el contexto de crisis actual.
Aunque Sony no ha querido dar detalles sobre la cuantía que invertirá en la campaña publicitaria, se prevé que saque toda su artillería para incentivar la venta del nuevo producto en la campaña navideña.
Los nuevos televisores de Sony se construirán sobre el sistema operativo Android de Google, navegará sitios web con el navegador de Google Chrome y se basarán en los chips Atom de Intel para la potencia de procesamiento.
En palabras de Mike Abary, vicepresidente senior de la división hogar de Sony, el usuario podrá “buscar a la perfección sus programas favoritos de TV y sitios web en la misma pantalla, al mismo tiempo”.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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