La consola de nueva generación PlayStation 3 sigue suponiendo pérdidas para Sony, pese a que la compañía ha dado ya los primeros pasos para reducir los costes de fabricación, con la delegación de sus chips Cell a terceros y la ventas de sus plantas de fabricación a Toshiba.
Sin embargo, la división de cámaras digitales y videocámaras ha experimentado una fuerte demanda, con sus modelos Cyber-shot y Handycam, acompañadas también por las buenas ventas de los ordenadores personales Sony Vaio. Los resultados del segundo trimestre de la compañía se han beneficiado de esta situación, permitiendo a Sony obtener unos beneficios operativos de 90.470 millones de yenes (555,73 millones de euros), cuadruplicando los logrados en el mismo periodo del año anterior, que fueron de 20.830 millones de yenes (128 millones de euros).
Es cierto que los resultados del primer trimestre sufrieron el impacto de los costes de baterías en mal estado, pero sigue siendo un aumento considerable. Tanto, que Sony ha decidido aumentar sus estimaciones de beneficios operativos para todo el año, que se cierra en marzo de 2008, situándolas en 450.000 millones de yenes (2.764 millones de euros), muy por encima de los 431.500 millones de yenes (2.650 millones de euros) indicados en las predicciones de los analistas citados por Reuters.
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