Sony ha anunciado el futuro cierre de su división Optiarc en marzo de 2013, poniendo fin a una etapa de producción de lectores y reproductores de CD, DVD y Blu-ray. Este cierre, que afectará a 420 empleados, se encuadra dentro de la reestructuración planteada por la compañía para reflotar su rumbo económico y centrarse en el desarrollo de dispositivos más acordes a las nuevas tecnologías.
Resulta curioso el caso del Blu-ray. La propia Sony lideró la lucha para convertir este formato en el sucesor del DVD. Sin embargo, su expansión no ha sido la esperada y la compañía parece optar por otras vías, como la producción de tabletas, netbooks y smartphones.
Jin Tomihari, portavoz de Sony, ha señalado en un comunicado del que se hace eco PCWorld, que “los productos sin unidades ópticas, como los teléfonos inteligentes o las tabletas, son cada vez más populares. El negocio de los dispositivos de almacenamiento óptico para ordenadores se está perdiendo”.
La firma con sede en Tokio, que registró durante el año pasado pérdidas superiores a los cinco mil millones de euros, trata de completar un ambicioso programa de reestructuración a nivel mundial, que comenzó con el traslado de su sede operativa en Suecia a Japón y el previsible recorte de su plantilla en un 15%.
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