El Internet of Things (IoT), Internet de las Cosas, supone una multiplicación exponencial de los dispositivos conectados a la Red, muchos de ellos dispositivos muy sencillos, no estamos hablando de ordenadores y teléfonos móviles sino de pequeños electrodomésticos de cocina, farolas, sensores en la vía pública o carritos de supermercado. Y si ya es complicado mantener seguro un smartphone o un portátil donde hay todo un sistema operativo y programas antivirus, parece bastante más sencillo poder atacar a dispositivos mucho más simples conectados a Internet y con una capacidad de proceso de datos limitada.
Y es que la mayoría de los dispositivos conectados (desde altavoces inteligentes a timbres inalámbricos, webcams o sensores de alarmas domésticas) no están diseñados con la seguridad como una de sus prioridades, descuidando el factor de que al ser dispositivos conectados a Internet podían ser objeto de ataques e intrusiones desde la Red.
Es la rendija que están aprovechando para colarse de forma masiva muchos programadores de malware, y eso que el IoT aún no se ha extendido ni una mínima parte de los que se espera de él. Lo ha detectado SonicWall Research, con datos procedentes de más de un millón de sensores de seguridad de los que dispone por todo el planeta, detectando ataques en tres cuartas partes de los mismos.
En concreto el pasado mes de septiembre marcó el culmen en cuanto a ataques de ransomware, amenazas de encriptación de equipos “secuestrados” y ataques dirigidos a puertos de conexión no habituales, mientras que el malware “genérico” declina por tercer trimestre consecutivo.
Añadamos el elemento único de 2020, un año en que gran parte de la población está trabajando dede casa, con lo que ello supone de multiplicación de conexiones con menor seguridad de las que se encuentran en los centros de trabajo. Esta proliferación de intrusiones y ataques a dispositivos que no parecen proporcionar ingresos económicos demostraría que quienes los causan buscarían el dominio del Internet de las Cosas. Y qué mejor que comenzar a extender ese dominio desde el principio de la generalización de estos dispositivos conectados.
Así las cosas desde SonicWall se trasladan las siguientes cifras:
SonicWall Capture Labs es un laboratorio pionero en el uso de inteligencia artificial para investigación y protección frente a amenazas. Se dedica a captar datos y analizarlos, para lo cual emplea una red global de un millón de sensores de seguridad repartidos por 215 países.
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