Soñando en la oficina
La facilidad que supone Internet para encontrar lo que se desea está impulsando los medios informativos, el sector del turismo y las aficiones más personales.
La expansión de Internet se está incrementando a pasos agigantados. Si bien es cierto que la fuerza laboral de una empresa que se precie invierte tiempo y recursos en navegar por la Red, para en un primer momento informarse de la actualidad más candente, también hay que enfatizar el hecho de que otros segmentos de la vida cotidiana, y no menos importantes, salen felizmente beneficiados.
En otros términos, los periódicos digitales están rompiendo esquemas lo que recuerda el debate abierto recientemente sobre medios informativos en papel versus medios online- no sólo basándose en la oferta informativa matutina o vespertina con el sector TI a la cabeza; la presencia de la todopoderosa herramienta electrónica está provocando que el mercado específico de turismo y entretenimiento esté experimentando un resurgir vertiginoso. Lo que siempre es de agradecer si se piensa en las consecuencias económicas resultantes para este país en cuestión.
Además, el conjunto de aficiones que se pueden tener en mente, tan necesarias para equilibrar la psique humana, no pueden estar más al alcance de la mano si se quiere hablar de calidad de vida. Y, por descontado, en tiempo real.
El poderío de Internet es indiscutible, no ya por la instantaneidad que supone a la hora de saber lo que ocurre en el mundo exterior sino que, en un terreno más personal, los sueños, deseos y aventuras que podamos llegar a imaginar en nuestros fueros más intransferibles se hacen realidad a golpe de click. En casa o simplemente en la mesa de trabajo.