El software autónomo de Oracle llega a su siguiente fase

Más seguridad y automatización son las claves de la nube empresarial de segunda generación que presentó Oracle durante el congreso OpenWorld 2018.

Parchear manualmente los sistemas de TI ya es algo del pasado. Al menos desde la visión de Oracle, que está avanzando con paso firme hacia la automatización de buena parte de los procesos que se producen en el lado de la administración de dichos sistemas. Obviamente no sólo se trata de parchear, sino de muchas otras –tediosas y lentas- tareas que hasta ahora han tenido que realizar los administradores de TI de forma manual.

Pero no hay que preocuparse, asegura Oracle. Es cierto que muchos puestos de trabajo se cubrirán con capacidades de Inteligencia Artificial basada en analítica de datos, pero también que se generarán otras necesidades que tendrán que ser cubiertas por el ser humano. Según predecía Mark Hurd, CEO de Oracle, durante el pasado OpenWorld 2018, el 60% de los trabajos que se demandarán en 2025 aún no están inventados. Y tampoco queda mucho para ello, tan sólo 7 años. Para ese año, el 85% de las interacciones entre las empresas y sus clientes serán totalmente autónomas: los algoritmos de inteligencia artificial serán tan complejos que habrán aprendido a realizar esas transacciones sin necesidad de intervención humana. “No estamos hablando de procesos ‘batch’ programados con anterioridad, sino de una verdadera toma de decisiones por parte de las máquinas, automatizada y en tiempo real”, explicaba en un encuentro con la prensa Francisco Romero Portales, director de la Unidad de  Negocio de Tecnología de Oracle Ibérica.

Pero hasta ese momento, las organizaciones seguirán manteniendo una combinación del mundo de TI tradicional con el digital. “Estamos tratando proyectos importantes de digitalización, pero vemos que nuestros clientes aún necesitan mantener recursos en la modalidad on-premise”, subrayaba Romero.

El directivo, que acercaba a los medios especializados las novedades más relevantes mostradas durante el OpenWorld celebrado en la ciudad de estadounidense de San Francisco, destacaba la seguridad y la autonomía que se está inyectando cada vez más en la denominada nube empresarial de segunda generación, el término más usado en el congreso.

Francisco Romero, director de la Unidad de Negocio de Tecnología de Oracle Ibérica

La edición del año pasado quedó marcada por el concepto de base de datos autónoma (Autonomous Database), con capacidades de autoconfiguración, autoparcheado, autoreparación y seguridad avanzada. El propio Larry Ellison, CTO de Oracle, prometía que estas capacidades autónomas se irían expandiendo por todo el portfolio del fabricante de software. Y así está ocurriendo, con su Autonomous Data Warehouse Cloud, una modalidad cada vez más demandada por las compañías para poder distribuir sus datos en múltiples localizaciones en la nube pudiendo gestionarlos y orquestar las operaciones desde la misma consola de control.

Todas estas capacidades autónomas también llegarán a otra de las soluciones estrella de la compañía: Oracle Cloud at Customer, su modalidad de nube privada con hardware y software que el cliente puede situar en sus instalaciones para aumentar los niveles de seguridad y privacidad de los datos. Es la versión de nube privada de Oracle, pero manteniendo las ventajas de su arquitectura cloud. Romero nos adelantaba que en España está teniendo una gran acogida, pero esa actualización prevista para el año que viene con más capacidades autónomas acelerará su adopción.

Asimismo, otra de las iniciativas que los clientes están valorando mucho es el programa de migración de licencias tradicionales al modelo de pago por uso, Bring Your Own License, diseñada por Oracle para reconocer la inversión realizada por las empresas en anteriores etapas a la hora de actualizarse al nuevo modelo cloud.

Por último, Romero se refería a las tendencias que marcarán el futuro tecnológico de las organizaciones, como Blockchain, IoT, Chatbots… áreas en las que Oracle también está presente con soluciones como la implantada en el Grupo Meliá a través del uso de pulseras con tecnología NFC por parte de los clientes. Todos los  movimientos, incluidos los pagos en las instalaciones de los hoteles, se quedan reflejados para su posterior tratamiento: “esta solución busca mejorar la experiencia de los clientes a través de servicios innovadores que les facilitan su estancia”.